Un millar de ciclistas dan color y vida a la Marcha Cicloturista Popular des Porquet | Paco S. Pérez

No era carnaval ni una superproducción de cine pero por el Passeig de ses Fonts ayer se dejaron ver Batman, Spiderman, Bitelchús, la pequeña Gertie y su inseparable E.T., Pedro Picapiedra o un completo corral con gallinas, cerdos y pollos. Muchos estaban repetidos y todos formaban parte del nutrido pelotón de ciclistas que disfrutaron con una nueva edición de la marcha cicloturista popular des Porquet de Sant Antoni. La decimoséptima edición de esta cita festivo-deportiva organizada por el Club Ciclista Sant Antoni en colaboración con el Ayuntamiento, reunió a cerca de un millar de participantes entre las categorías ‘baby cursa’, ‘mini cursa’ y la larga distancia, que contó con 740 inscritos que cubrieron el recorrido de 13 kilómetros entre Sant Antoni-Buscastell-Forada y regreso al Passeig de ses Fonts. Como es tradicional, abrieron el pelotón la veintena de patinadores que también completaron el recorrido. También es tradición y obligación, llevar bien sujeto el casco.

La marcha arrancó minutos antes de las 11 horas con las pruebas para los más pequeños. La baby contó con medio centenar de participantes, muchos de ellos con el apoyo logístico de sus padres, y otros 70 corrieron la mini. Por la línea de salida y meta hicieron acto de presencia los menudos patinadores Leire, Aarón, María y Laura, de 8, 5 y cuatro años. «Ir en patines es muy divertido», señalaban instantes antes de ponerse a rodar.

Cerca de este grupo se encontraban Dani y Gael, Capitán América y Spiderman. También iba ataviado con su indumentaria de Batman un entusiasmado Oliver. «El año pasado no pude, pero hoy me lo voy a pasar bien porque ir en bici mola mucho», señalaba el pequeño de 6 años que fue uno de los varios valientes que completó la mini y luego tomó la salida de la clásica junto a su padre, Evaristo. Entre el pelotón también habían muchas familias completas. Así, Javi y Masha recorrieron los 13 kilómetros tirando de una cabina doble en la que viajaban los gemelos Bruno y Eloy, de 4 años.

Maria, de 16 meses, fue la benjamina de la marcha. La pequeña iba cómodamente sentada en la sillita de la bicicleta de su madre Virginia, mientras su hermana Leila marchaba unos metros más adelante. Unos metros más atrás viajaban tranquilamente Víctor y el pequeño Víctor, de tres años. Instantes después avanzaban el «grupeto-granja» formado Daniel, Claudia, Mónica, María del Mar y María.

La lluvia respetó la marcha y el sol acompañó la salida de la serpiente multicolor que tras el pistoletazo de salida se extendió por todo el paseo antes de tomar la salida del pueblo en dirección a Buscastell. El paso de los ciclistas fue jaleado y aplaudido por los familiares, amigos y vecinos que se dieron cita en la salida. Para la espera de los seguidores, la organización dispuso de varias atracciones en el punto de encuentro, entre ellas una veintena de bicicletas para hacer spinnig, pero también había puntos para recuperar fuerzas. Desde la organización, Juanjo, Matías y María destacaron «el buen ambiente y la gran participación que se registra año tras año».