Circular por el Camí Vell de Sant Mateu desde la rotonda del Hipódromo de Sant Rafel hacia Puig d’en Valls se ha convertido en los últimos meses en una actividad de riesgo por los numerosos socavones que los vehículos se encuentran por el camino.

En una distancia de alrededor de un kilómetro los conductores se encuentran con una decena de agujeros de gran tamaño, lo que les obliga a aminorar el paso y, en algunos casos, a invadir el sentido contrario de la marcha con tal de esquivar el bache. Una conductora vecina de Santa Gertrudis que utiliza cada día esta vía para ir a trabajar denunció ayer los riesgos que comporta que no se arregle el asfalto: «El otro día me encontré con un coche de frente que esquivaba el bache dentro de una curva. Esta carretera es ahora mismo un peligro y no están haciendo nada», aseguró.

‘Parches’ como remedio

Los usuarios de este camino critican que la única solución que se le da a los constantes baches sean «parches» que solo arreglan el problema de forma transitoria. Estos socavones fueron cubiertos hace unos meses pero, con las lluvias del invierno y el constante paso de vehículos, han vuelto a destaparse desde hace unas semanas. «La mayoría de los parches que se pusieron se han ido al garete por las lluvias y los agujeros ahora son más grandes que los que había antes», explicó otro usuario de la vía.

Además, el peligro de circular por este tramo ha aumentado durante estos últimos días de lluvia dado que el agua cubre buena parte del asfalto y, en algunas ocasiones, los conductores no advierten de la presencia de esos agujeros y, por tanto, no pueden evitar que algunas de las ruedas se introduzcan en su interior. De hecho, es habitual ver en el arcén de este tramo del Camí Vell de Sant Mateu varias llantas de coche que presumiblemente han saltado a consecuencia del impacto contra estos agujeros.

Esta carretera, cuya competencia corresponde a los ayuntamientos de Sant Antoni y Santa Eulària, ha registrado un importante aumento de tráfico en los últimos años, sobre todo en verano, ya que muchos conductores la utilizan como alternativa a la colapsada carretera de Santa Eulària. También se da la circunstancia de que muchos de los vehículos que transitan por el Camí Vell de Sant Mateu son camiones y autobuses escolares cuyo tamaño favorece también el mal estado del asfalto.

Desde el Ayuntamiento de Sant Antoni aseguraron que el departamento municipal de Obras ya tiene conocimiento de la situación y que tiene previsto el arreglo de este y otros caminos a lo largo de las próximas semanas.

Por otra parte, el Consell d’Eivissa se comprometió en el último Consell d’Alcaldes a ayudar a los ayuntamientos en la mejora de carreteras municipales a través de subvenciones.