Imagen de archivo de una calle del West End.

Los cerca de 60 empresarios de los establecimientos de ocio ubicados en la zona del West End temen que la aprobación de la declaración ZPAE para esta zona de Sant Antoni se traduzca en el cierre de sus locales, en la reducción de la temporada turística en la localidad a un solo mes y en la desaparición de más de 300 puestos de trabajo directos. Una medida que impondría el cierre de terrazas a las 23.00 horas y de bares, restaurantes, cafés concierto, discotecas y salas de fiesta a las 03.00 horas, según recordaron ayer a través de una nota de prensa.

Para los afectados, «lo que se han vendido como una disposición destinada a reducir el nivel de contaminación acústica del municipio en beneficio de los vecinos del pueblo, no es más que una sentencia de muerte para muchas familias y pequeños empresarios».

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En este sentido, señalaron que esta medida «no tiene precedentes en zonas turísticas similares de España y que, en casos como el de Madrid, extiende estos horarios entre dos y tres horas, estableciendo baremos que diferencian por tipos a los establecimientos, épocas del año, días de la semana o núcleos urbanos en los que se encuentren». «Ni siquiera ordenanzas elevadas por gobiernos como los de Carmena o Colau son tan estrictas como esta y la aplicación de estas medidas, que no son las únicas que pretende implantar en el próximo pleno el Consistorio, pero sí las más sangrantes, vienen avaladas únicamente por el estudio de una asesoría foránea, que no refleja la realidad de la zona», lamentaron los afectados.

Este cambio en los cierres de los establecimientos se anunció en diciembre y está previsto que se apruebe y confirme en el pleno de febrero, lo que no daría tiempo a los empresarios a «adaptarse ni buscar alternativas». «Tenemos claro que éste no es más que un parche que provocará que una vez cerrados nuestros locales, muchos sigan la fiesta haciendo botellón en playas o calles colindantes, por lo que sólo se desplaza problema sin darle una solución real», resaltaron. Por ello, los empresarios del West End han presentado alegaciones en las que se comprometen a incrementar la seguridad en la zona, a efectuar un «riguroso control de puertas cerradas para evitar la contaminación acústica», así como a vender de manera responsable alcohol y a cumplir las medidas de insonorización impuestas por el Consistorio. «Nosotros sí hacemos autocrítica y sí aportamos soluciones que beneficien a toda la ciudanía, entendemos que no puede cambiarse en tres meses un modelo turístico arraigado, pero creemos que entre todos podemos mejorarlo y aportarle calidad», aseguraron desde la Asociación de Empresarios del West End. Y añadieron para concluir: «Confiamos en que prime el sentido común y finalmente el equipo de gobierno modifique esta declaración que de aprobarse perjudicaría directa o indirectamente a la mayoría de residentes en el municipio que, como nosotros, también viven del turismo».