El acusado, de 35 años y nacionalidad ecuatoriana, fue condenado como autor material de dos violentos tirones y un hurto, actos perpetrados el 31 de julio de 2017, en cuestión de minutos en pleno centro de Ibiza.
Según el relato de los hechos, la sucesión de golpes arrancó en la calle Aragón, donde el individuo se enfrentó a un hombre al que arrancó la cadena que llevaba colgada del cuello. Tras hacerse con el botín, el acusado empujó a la víctima y abandonó el lugar a la carrera. Instantes después se dirigió al Parque de la Paz de Ibiza y sorprendió por la espalda a una mujer que estaba sentada en un banco del parque. El hombre le propinó «un fuerte tirón de las orejas, arrebatándole los pendientes de oro que llevaba, causándole lesiones consistentes en herida en pabellón auricular izquierdo y cervicalgia». El relato añade que poco después, «con el mismo propósito criminal, se acercó a otra mujer que se encontraba en el parque y, sin mediar palabra, le arrebató el bolso que se encontraba entre sus piernas». La víctima logró recuperarlo tras perseguirlo. El hombre en su huida, golpeó y tiró al suelo a la mujer y su hijo menor de edad.
El acusado fue retenido por las personas que habían en el parque, que consiguieron evitar que huyera del lugar, siendo finalmente detenido por agentes del Cuerpo Nacional de Policía y recuperadas las piezas sustraídas.
El fallo tuvo en cuenta la atenuante de embriaguez y el de reparación del daño, ya que había depositado los 250 euros.
El Ministerio Fiscal solicitaba en un principio una pena de 2 años de cárcel por cada uno de los delitos de robo con violencia y otros seis meses por un delito de hurto leve.
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