Los animalistas ponen «absolutamente en tela de juicio la objetividad» del procedimiento ya que señalan que el 27 de diciembre de 2017 el Govern balear ya tenía en su poder el informe pericial sobre el que la magistrada María Luisa Bustillo se basa para archivar la causa mientras que a Assaib se le trasladó dicho informe el 23 de febrero de este año junto al auto de sobreseimiento provisional, lo que ha provocado que no hayan tenido «opción alguna a emitir ninguna alegación respecto al informe pericial» y, por lo tanto, «no contando con las mismas armas jurídicas que la contraparte». Es más, gracias a que el Govern tuvo en su poder este informe en diciembre, el pasado 9 de enero la abogada de la Comunitat Autònoma solicitó el sobreseimiento de la causa aludiendo a las conclusiones de dicho informe.
Otra de las quejas de los animalistas es que la jueza instructora del caso no se ha pronunciado sobre la solicitud de ampliación de denuncia que realizó Assaib en mayo de 2016 por la presunta comisión de un delito de prevaricación al entender que la medida que tomó el Govern de matar a tiros a las cabras fue «desproporcionada, injusta y arbitraria». «Lo cierto es que no existe una sola resolución que aluda a la solicitud de esta ampliación de denuncia, ni favorable ni desfavorable», apunta Assaib en su escrito al Juzgado de Instrucción número 1 de Ibiza. Una cuestión que para los animalistas podría suponer un delito de prevaricación judicial por omisión.
Por todas estas razones, Assaib pide que se retrotraigan las actuaciones al momento en que se solicitó la ampliación de denuncia por un presunto delito de prevaricación y que también puedan efectuar las alegaciones oportunas al informe pericial realizado por el profesor universitario Mauricio Mus Amézquita, que sostiene que el abandono de los cadáveres de las cabras en es Vedrà no ha perjudicado a la flora del islote.
EL APUNTE
La matanza de es Vedrà tuvo una gran contestación a nivel social
La matanza de medio centenar de cabras en el islote de es Vedrà que se llevó a cabo el 4 de febrero de 2016 tuvo un gran rechazo entre la sociedad ibicenca. De hecho, más de 400 personas participaron en una manifestación nueve días después de haber matado a tiros a dichos mamíferos. Entre ellos varios ‘vedraners’, los propietarios del islote, que explicaron que sacar a las cabras vivas del islote era perfectamente viable y amenazaron con repoblar es Vedrà con más ejemplares.
El primer pleno en el Consell d’Eivisa tras la matanza de es Vedrà también supuso un quebradero de cabeza para el conseller Vericad, ya que decenas de manifestantes se concentraron a las puertas de la sede de la máxima institución insular para mostrar su rechazo a la actuación llevada a cabo en el mítico islote.
Meses después también se descubrió que los técnicos del Consorcio para la Recuperación de la Fauna de las Islas Baleares (Cofib) no fueron capaces de abatir todos los ejemplares y en el islote todavía quedan entre cuatro o cinco cabras.
La matanza de las cabras de es Vedrà también desgastó la imagen de Caterina Amengual, que medio año después fue cesada como directora general de Espais Naturals.
3 comentarios
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Ostras esta va por altas, deseando la muerte a todo quisqui que se mueva por las instituciones, pienso que con lo que escribe se descalifica ella misma y demuestra que prefiere la vida de una animal antes que la de las personas.
Todo mi apoyo....
Muy bien !!