Eva Denis fue desahuciada a finales de febrero y ahora vive en un hostal de Ibiza. | DANIEL ESPINOSA

Eva Denis tuvo que pasar la noche del lunes en la calle porque no tenía dónde alojarse. Tras el desahucio que sufrió a finales de febrero y el intento de rehacer su vida en un trastero que alquiló hace apenas unos días, el propietario contactó con ella para decirle que podía almacenar allí sus pertenencias, pero no usarlo como vivienda. «Lo entendí y le dije que lo usaba para descansar cuando volvía de hacer rehabilitación en la piscina. Le expliqué que no tenía ningún problema en dar paseos por la noche y volver a descansar un rato por el día, pero le prometí que no iba a hacerlo», cuenta.

Minutos después cogió su silla eléctrica y se acercó hasta el Puerto. «Busqué alguna casa de huéspedes o algo parecido, pero no encontré nada», lamenta. «Pasé por delante de Cruz Roja y la última empleada que quedaba por salir me preguntó qué hacía allí. Le expliqué que no encontraba habitación y que hacía mucho frío y viento para dormir en la calle», explica. «Me habló de un sitio al que ir, pero tenía que hacerlo antes de las 10 y que, aunque no tuviera cama, igual podía pasar allí la noche».

En su intento de llegar a tiempo, se quedó sin batería. Entró a un restaurante conocido y pudo cargar unos minutos su silla hasta que cerraron. «Cuando salí me encontré con la Policía Local y les conté lo que me pasaba. Me dijeron que me acercaban al albergue, pero ya había pasado la hora», relata. En este sentido, dice que fueron muy «atentos» y que le preguntaron si no tenía miedo de pasar la noche a la intemperie. «No es tener miedo, es no tener elección», contestó. Además, Eva dice que «hicieron un informe contra la asistenta social por permitir esta situación».

Y es que, según explica, cuando recibió la llamada del propietario del trastero se acercó a Servicios Sociales para que le ayudasen. «Me dijeron que me daban cita para el 21 de marzo. Imagínate mi cara. Aún así, me comentó que podía volver al día siguiente para rellenar una solicitud que me permitiera optar a una plaza en el albergue».

Al final pasó la noche en Can Misses y acudió el martes a su cita con la asistenta social donde, dice, «no encontré soluciones». Por suerte, un usuario del movimiento social ‘La voz de los que nadie quiere escuchar’ evitó que Eva volviese a dormir en la calle y le reservó una habitación en un hostal de Ibiza para el próximo mes. «Es un parche que permite que Servicios Sociales tenga tiempo para encontrar una solución», explicaron.

Servicios Sociales

Desde Benestar Social matizan que siempre se actúa ante un desahucio. «Nuestra intención es que antes de que suceda, suele saberse con antelación, el afectado venga y plantee su caso», explica el concejal Joan Ribas, quien añade que «el trabajador social investiga con el usuario si se trata de un desahucio que se pueda detener o no, si tiene recursos o no, ver qué tipo de pensión tiene». Así, dice que «normalmente» no se da el caso de que alguien les comunique que le desahucian «de repente», pero si esto sucede «no les dejamos en la calle. Hemos tramitado ayudas para que acudan a una pensión, por ejemplo», puntualiza Ribas. En el caso de Eva, dice que ya le han atendido en meses anteriores y «por voluntad propia decidió que no iba a acudir más a nosotros. Ha vuelto y, evidentemente, se le va a ayudar».

EL APUNTE

Ribas tilda de «grave» el problema de los ‘sin techo’ en Ibiza

Ribas es consciente de que el problema que sufren las personas ‘sin techo’ en la isla es «gravísimo» y afirma que «vamos muy retrasados en comparación con otros sitios,».

Aún así, explica que desde el Ayuntamiento están trabajando para reducir e incluso eliminar este tipo de situaciones. «A parte de las 20 plazas del albergue, hemos aumentado siete plazas más con los pisos de Dalt Vila. Además estamos en trámite para tener más porque vamos a recuperar más pisos para casos de emergencia», señala el concejal. La intención es tener cinco pisos más a las que se sumará el proyecto del servicio de acogida del antiguo retén. «Esperamos empezar a construirlo este año, pero por desgracia los trámites van más lentos que las necesidades». Según explicó Ribas, también están «apretando» para que el Consell «se ponga las pilas» para hacer un servicio de baja exigencia, «para las personas que atendemos cuando activamos el protocolo del frío».