Toni Joan Ribas preside la Asociación de vecinos de Rafal Trobat desde hace cuatro años. | I. S.

La Asociación de vecinos de Rafal Trobat agrupa a una treintena de socios que se preocupan por preservar la zona. Fundada hace once años han solventado problemas como la falta de agua potable o la conexión a Internet.

— ¿Cuál es la principal preocupación de los vecinos de Rafal Trobat?

— Preocupaciones siempre hay, como el arreglo de caminos. Al Ayuntamiento siempre le reclamamos cosas y preguntamos si hay subvenciones a ver si podemos sacar algo. De momento, más o menos estamos contentos.

— ¿Cómo está el tema del agua en Rafal Trobat?

— El agua que teníamos era como la del mar. Ahora parece que nos lo han arreglado un poco. El problema era la perforada que abastecía Platja d’en Bossa y Sant Jordi, donde se extraían cantidades enormes de agua. Al principio el agua del pozo era muy buena y acabó siendo como la del mar. Ahora lo han cerrado y ha sido un gran problema porque todos los pozos y perforadas de la zona se estaban salinizando.

— En estos momentos, ¿el agua que reciben es desalada?

— Sí, ahora el agua que recibimos es más buena. Ahora están mirando de recuperar los acuíferos. Hará más de 40 años que se hicieron estas perforadas, al principio era un agua muy buena pero como tuvieron que abastecer a tanta gente y hoteles, el agua se salinizó.

— ¿Cuánto tiempo estuvieron los vecinos con agua salada?

— Hasta el año pasado recibimos este agua salada. No iba bien ni para los electrodomésticos, ni para cocinar, no servía para nada. Esto suponía un mayor gasto para los vecinos, porque tenían que comprar agua.

— En general, ¿se sienten atendidos por las administraciones?

— Sí, más o menos. Siempre se puede mejorar pero tenemos buena relación con el Ayuntamiento y el Consell. De las cosas que pedimos nos van haciendo caso. También hicimos la asociación porque si va una persona sola no consigue nada, pero si nos presentamos en nombre de la asociación nos hacen más caso.

— ¿Cuándo se fundó la asociación y con qué motivo?

— Se creó hace once años y la hicimos para intentar solventar los problemas que teníamos, como los caminos. Hacía más de 25 años que el Ayuntamiento nos prometía que los asfaltaría. En todas las legislaturas nos lo decían y no se hacían. Ahora se ha hecho un trozo de un camino porque antes lo arreglaban pero cada vez que llovía se quedaba mal otra vez. Al menos ahora tenemos un trozo bueno que se hizo cuando entró ‘Agustinet’ en el Ayuntamiento. Él no nos lo prometió pero lo hizo, en cambio los otros nos lo prometían en cada campaña electoral y no lo hicieron. Ahora quedan dos caminos para asfaltar y también están trabajando para ensanchar uno porque solo pasa un coche y ahora dejarán espacio para dos.

— ¿Los servicios municipales como la recogida de basuras funcionan correctamente?

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— Allí la recogida de basuras no existe. La tenemos que llevar al punto más cercano que es por Can Bellotera. A mi me queda a más de cuatro kilómetros, pero de momento nadie se queja de esto.

— ¿Y se crean vertederos ilegales por la zona?

— Sí, sí, muchos. Y eso que hemos cerrado el camino que sube con piedras grandes para que los camiones no puedan pasar, pero aún así hay algunos que siguen tirando. La gente tira de todo, hasta coches que se quedan abandonados, cuando no costaría nada que e tiraran las cosas en los contenedores o donde toca. Los vecinos nos juntamos algún día y hacemos una recogida de basura y cuando acabamos hacemos una torrada para que haya un poco de motivación. Después el Ayuntamiento también colabora y retira todo lo que hemos recogido.

— ¿En Rafal Trobat les preocupa los robos en casas?

— Estuvimos mucho tiempo con este tema. Durante dos o tres veranos nos entraron en todas las casas. Fue hace tres años más o menos, lo denunciamos tanto al Ayuntamiento como a la Guardia Civil y ahora parece que lo tenemos más o menos controlado. Policía no hay, pero nos dieron permisos para cerrar caminos con candados del Ibanat por si tienen que pasar en caso de incendio, puedan acceder rápidamente. También si vemos algún coche sospechoso ya avisamos y denunciamos y parece que hemos podido evitar más robos.

— ¿Desde la asociación también han tomado medidas para la prevención de incendios?

— Sí, pusimos unas tomas de agua para que los camiones puedan cargar enseguida en caso de incendio. La idea es prevenir porque Rafal Trobat es todo masa forestal que hay que intentar preservar.

— La falta de conexión a Internet también fue uno de los problemas de la zona.

— Sí, al final se pudo solucionar tras llegar a un acuerdo con Ib-Red, lo que permitió que finalmente la zona tuviera cobertura telefónica y servicio wifi. Son pequeñas cosas que van saliendo y vamos solventando.

— ¿La asociación realiza actividades durante el año?

Sí, hacemos bastantes. Hacemos alguna excursión, como la que va desde Rafal Trobat hasta los bomberos, y organizamos la Nit d’Estels con el Institut d’Estudis Eivissencs. También tenemos un taller de hierbas y cada año hacemos una paella o una torrada para los vecinos.

GESTIÓN

Destinan el dinero del coto de caza para labrar el campo

La Asociación de Vecinos de Rafal Trobat gestionan el coto de caza declarado en la zona y reciben una aportación de los cazadores por dejarles pasar a cazar cuando se abre la veda. El presidente de la agrupación, Toni Joan Ribas, explica que con este dinero, más las subvenciones que reciben de las diferentes administraciones, lo invierten en labrar el campo para recuperar el paisaje de la zona. «Cada año vienen a labrar y a veces sembramos trigo o cebada para que después también encuentren buena caza», destaca Toni, que añade que «con esta gestión ganamos un dinero y, además, tenemos la tierra cultivada que también va bien en esta zona tan frondosa».