El Ayuntamiento de Sant Josep aprobó ayer el presupuesto para las obras de desmantelamiento de la desaladora de ses Eres de Sant Jordi. Una vez ejecutadas las obras de interconexión de las desaladoras, que han permitido la llegada de agua buena a Sant Jordi, Platja d’en Bossa y próximamente está previsto que también a Sant Josep, el Consistorio quiere poner fin a una etapa caracterizada «por sus graves problemas de suministro, la mala calidad del agua y una gestión muy poco sostenible de los recursos», explicaron a través de una nota de prensa. El Consistorio destinará un total de 41.294 euros a estos trabajos, según el presupuesto presentado por Aqualia. Las obras consistirán en el desmontaje de toda la instalación y el acondicionamiento de la zona.

La desaladora de ses Eres se puso en marcha en 2007 como solución provisional a los problemas de mala calidad del agua, pero finalmente ha estado operativa casi una década, provocando la salinización del acuífero de sa Serra Grossa, lo que causó que en sus últimos años de funcionamiento el agua que extraía fuese salada. Ses Eres dejó de funcionar el 21 de septiembre de 2016 cuando el Consistorio acordó su pararla una vez que la Conselleria de Medi Ambient del Govern culminó las obras de interconexión de las desaladoras y los vecinos y vecinas de Sant Jordi empezaron a recibir agua buena.

Sant Josep ha invertido a lo largo de esta legislatura cerca de siete millones de euros en obras para mejorar la gestión del agua ya que las cañerías estaban en muy mal estado y tenían rendimientos que, en algunos casos, no superaban el 50%.