En los colegios de la zona hay pancartas en contra del nuevo crematorio. | Daniel Espinosa

La asociación de vecinos de Cala Salada-Can Germà está preocupada por la nueva ubicación del crematorio de Sant Antoni y se posiciona en contra de este proyecto. La asociación se reunió el pasado 12 de marzo para abordar este tema. «La junta directiva de la asociación Cala Salada-Can Germà manifiesta su desacuerdo con la ubicación del nuevo crematorio de Sant Antoni ya que no vemos la necesidad de esta instalación fúnebre en la zona de Can Coix, cerca de los colegios y de varias instalaciones deportivas. Aumentaría el problema del tráfico y seguridad vial que ya existe en la zona, denunciado por esta asociación tanto al Consell d’Eivissa como al Ayuntamiento de Sant Antoni desde hace siete años sin que se haya hecho nada al respecto ni obtener respuesta o vía de solución a esta problemática pese a la peligrosidad de los accesos a pie desde la zona de Can Coix a Cala Salada por la carretera comarcal a Santa Agnès», denunciaron estos vecinos a través de una nota de prensa. A la peligrosidad se suma que «el crematorio no es parte de la cultura local, es contaminante, no se ha presentado un estudio de viabilidad a la asociación ni se ha contado con la opinión de los vecinos para un proyecto tan delicado y de gran impacto social y entendemos, además, que hay otras ubicaciones en el municipio menos problemáticas y más adecuadas para la construcción de esta instalación».

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Los vecinos aseguraron que si el crematorio se instala en Can Coix se producirá un aumento de vehículos, lo que implicará que será necesaria una remodelación «de los accesos a Can Coix y Cala Salada con la construcción de una rotonda para evitar la caótica y peligrosa circulación ya existente a la entrada y salida de los colegios. Requiere, igualmente, la adecuación de la carretera al flujo de vehículos que ya se da en la zona, especialmente en verano con los accesos a Cala Salada desde el aparcamiento ubicado en Can Coix».

Por todas estas razones, los vecinos piden al Consistorio que tenga en cuenta «las dificultades que esta instalación va a crear en una zona que ya sufre serios problemas estructurales y que busquen otra alternativa más acorde a las necesidades reales del municipio», concluyeron.