Los organizadores prepararon una enorme paella de 200 raciones que cocinaron con 30 kilos de sepia.

Contra lluvia, viento y marea, la sepia se coronó ayer como otra de las reinas de la gastronomía ibicenca en el primer festival acerca de este producto que se celebró en Sant Joan y que, a pesar del mal tiempo, atrajo a más de un centenar de visitantes.

Vicente Vidal presidente de la comisión de fiestas de Sant Joan, fue uno de los que preparó la enorme paella de arroz con sepia de más de 200 raciones que cocinaron con 30 kilos de sepia hermanados con pollo y cerdo. El otro plato fuerte del día fue la frita de sepia que se guisó frente a la iglesia con 60 kilos de este popular cefalópodo. El pescador Toni Torres dejó ayer el barco para ponerse el delantal y cocinar hasta tres grandes paellas de frita con sepia, patatas, cebollas, pimiento y especies. Aunque fue un poco remiso a desvelar el secreto de su receta, al final lo confesó: «Un punto de hinojo», desveló.

En los diferentes puestos, la sepia presentó sus mil y una caras. Cristina y Marta, cocineras del restaurante Can Xarc de Santa Eulària, propusieron unas albóndigas de sepia y guisantes que tuvieron un gran éxito entre los visitantes. Sus autoras son fans de este producto: «La sepia es una maravilla», decían. Recordaron que con la sepia es posible hacer «de todo» y de mil modos: a la plancha, guisada, con arroz en frita o rebozada. «Y no tiene espinas como el gerret», apuntaron.

María, una vecina de Sant Jordi, dijo ser una incondicional de las ferias gastronómicas organizadas por la Cofradía de Pescadores que se hacen durante el invierno en diferentes puntos de la isla. No se decanta por ningún producto en particular porque, asegura, «me gusta todo» mientras hace cola para recoger un plato de frita que, antes de catar, ya valora: «Solo el olor ya tiene muy buena pinta».

En la misma cola estaba Catalina, vecina de Sant Joan, que había ido a la peluquería y, sin saberlo, se encontró con este festival gastronómico en las calles. «Está lleno de coches, esto le da la vida al pueblo», dijo entusiasmada por la cantidad de gente que había.

Sentada en una de las mesas que la organización dispuso para los comensales, María, vecina de Puig d’en Valls, se mostraba encantada con el plato que estaba comiendo y por el que valía la pena haber hecho los kilómetros que separan Sant Joan de su casa. «A pesar del mal tiempo, al final nos hemos arriesgado a venir y no nos arrepentimos», explicó.

Pere Valera, presidente de la Cofradía de Pescadores de Ibiza, hizo un balance positivo de este primer festival. «Con este tiempo pensábamos que no iba a ir tan bien», afirmó. Por su parte, el senador y concejal de Sant Joan, Santi Marí, confió en subsanar el año que viene los errores de esta primera edición y, lo más importante, que haga sol.

LA NOTA

La hamburguesa de sepia se lleva el primer premio

El concurso gastronómico del primer festival de la sepia premió a una hamburguesa de sepia, elaborada por la colla de Ses Pepis, como el mejor plato. Otros cinco grupos se pusieron el delantal y demostraron sus habilidades con este versátil producto. El segundo premio fue a parar a Terra Seca por su exquisita frita de sepia, mientras que el tercero lo consiguieron Los Tirurits por una sepia a la bruta que cocinaron en homenaje a su padre fallecido. Los guisos que participaron en el concurso tuvieron tanto éxito que se agotaron antes del mediodía.