La cercanía del inicio oficial de la temporada turística está incrementando la presencia de anuncios de alquileres de pisos y habitaciones a precios desorbitados e impagables para la mayoría de residentes y personas que quieren venir a trabajar durante la temporada turística. En redes sociales y páginas webs de inmobiliarias se pueden encontrar anuncios de alquileres de pisos enteros para todo el año desembolsando, como mínimo, 1.500 euros. En este sentido, se puede encontrar, por ejemplo, un ático en Vara de Rey por 2.000 euros al mes, más un mes de fianza y otro de agencia y con los gastos aparte o bien otro piso de 100 metros cuadrados en Platja d’en Bossa por 2.200 euros al mes, más dos meses de fianza y uno de agencia, por lo que en este caso se tendrían que desembolsar 6.600 euros sólo para entrar a vivir. Estos disparatados precios también se encuentran en pisos de una habitación y se llega a pedir, por ejemplo, el pago de un año por adelantado: «Un dormitorio, un cuarto de baño, bonito salón y cocina. Precio: 9.000 euros por seis meses o 13.000 para todo el año. Más gastos. Pago por adelantado».

Además, se ofrecen pisos sólo para la temporada, aprovechando la gran demanda de trabajadores que tiene la isla en verano: «Alquiler temporada de abril a septiembre, Platja d’en Bossa. Tres habitaciones, dos baños, plaza de aparcamiento incluida, piscina comunitaria. 3.000 euros al mes», por lo que la temporada de seis meses de trabajo supondría un gasto sólo en vivienda de 18.000 euros. En zonas como el puerto de Ibiza es posible encontrar alquileres de apartamentos de una habitación, un baño, plaza de párquin «y pista de pádel» por 14.000 euros, más fianza y agencia. Además de alquileres de habitaciones y pisos se pueden encontrar anuncios que ofertan camas por 1.000 euros al mes «todo el año o verano» en Sant Antoni o bien una cama en una casa de campo en Sant Rafel con entrada privada y aparcamiento sólo para verano por 1.8000 euros. A estos abusos se suma el escándalo de que se ofrecen habitaciones por 150 o 200 euros al mes con la condición de tener sexo una vez a la semana con el propietario.

Esta realidad está llevando a que muchos trabajadores opten por no venir este verano a Ibiza, al tiempo que impide que los residentes de todo el año accedan a una vivienda en alquiler a precios razonables e, incluso, expulsa a quienes llevan años viviendo en Ibiza. «Gracias usureros de Ibiza. Me habéis abierto los ojos. Me voy de ibiza después de 20 años. No se puede pagar 1.200 y ganar 1.500. Y no digas que tienes hijos. Adiós ibiza, hasta nunca», escribía Diego en un grupo de búsqueda de Facebook de búsqueda de vivienda.

Mila González, de la Asociación de Inmobiliarias de Ibiza, certifica que «están entrando apartamentos en el mercado residencial, pero los precios no bajan». Una situación que esperaban que revertiese a corto o medio plazo, pero que difícilmente lo hará en los próximos meses. «Los precios tendrán que bajar porque no hay tantos clientes con un poder adquisitivo tan alto que les permita pagar lo que se pide en este momento», explica.