La plataforma de trabajadores del hospital residencia Cas Serres está recogiendo firmas en Change.org para pedir al Consell d’Eivissa que se mantenga tal y como está, es decir, que continúe siendo un hospital residencia. Cabe recordar que la máxima institución insular hizo público la semana pasada que el centro pasaría a ser una residencia sociosanitaria debido a que les obliga la ley y en base al Decreto 100/2010 que regula el funcionamiento del Registro de Centros, Servicios y Establecimientos Sanitarios de Balears y mediante el cual se indica que las plazas hospitalarias y residenciales deben estar físicamente separadas y los servicios y el personal segregado. La recogida de firmas en contra de que se convierta en residencia sociosanitaria se abrió el sábado y, al cierre de esta edición, consiguieron sumar cerca de 1.000 rúbricas. «Desde la llegada al actual gobierno del Consell d’Eivissa, la plataforma de trabajadores, así como los familiares de los pacientes, hemos expresado en reiteradas ocasiones nuestra preocupación acerca de que deje de funcionar como hospital. Nos dijeron que eran rumores infundados, incluso la consellera de Benestar Social nos dijo. ‘Mientras yo sea consellera, esto seguirá siendo un hospital’. El día 4 de abril nos informaron de que ya no seríamos un hospital sino una residencia asistida», explican los trabajadores en la recogida de firmas en la que se alerta de que con este cambio de categoría se dejan «abiertas las puertas para una externalización de servicios, privatización del centro, reducción de plantilla, la sustitución de personal sanitario cualificado por personal menos formado y más barato», lo que repercutirá en la calidad asistencial de los residentes, según alertan los trabajadores, quienes recuerdan que «en muchos casos» son como familia para quienes allí están ingresados. En paralelo a esta recogida de firmas han aparecido pancartas en la residencia en contra de la reconversión de este centro y pidiendo el apoyo ciudadano. Los trabajadores tienen previsto manifestar hoy su malestar contra esta decisión frente a las puertas del Consell d’Eivissa.