La temporada de cruceros en Ibiza ha comenzado mucho antes de lo usual. La primera entrada se realizó el 24 de marzo, mientras que en 2017, el primer buque no llegó hasta casi la mitad del mes de abril. Ayer, el puerto de Vila registró otro récord al recibir, por primera vez en 2018, dos cruceros en el mismo día, en 2017 no fue hasta el 24 de abril.

El Saga Sapphire y el Marella Spirit, de 200 y 215 metros de eslora respectivamente, estuvieron atracados desde primera hora de la mañana hasta la tarde de ayer. Por su parte, el Marella Spirit, el más grande de todos, tiene capacidad para 1254 pasajeros y cuenta con un equipo de 520 personas. En sus diez cubiertas alberga cuatro restaurantes, seis bares y dos piscinas.

En cambio, el Saga Sapphire tiene cabida para 720 personas y 415 miembros de la tripulación. Entre las instalaciones destacan sus cuatro restaurantes, uno de ellos premiados como el mejor sobre el mar, y el Aqua Spa, que incluye piscina climatizada y sauna, así como tratamientos de belleza. Todoesto distribuido en 12 cubiertas, contando la superior con zona habilitada para disfrutar de las vistas.

Esta situación se repetirá hasta casi una treintena de veces entre los meses de abril y noviembre. A principios de junio se esperan cuatro cruceros en el muelle de Botafoc y a partir de ese mismo mes se acogerán tres visitas simultáneas de estos navíos en siete ocasiones. En comparación con el año anterior, este año hay previstos un 12,57% menos de cruceros, lo que supone un total de 160 frente a los 183 de 2017, según los datos de Ports de Balears. Sin embargo, en lo que respeta al mes de abril ha habido un aumento del 7,69% de entradas de cruceros.

Este incremento puede estar relacionado con el inicio adelantado de esta temporada. Para el sector turístico, la Semana Santa ha sido un periodo «muy positivo» para la economía local, según el director insular de Turismo de Ibiza, Vicent Torres. No obstante, los propietarios y encargados de los establecimientos y restaurantes de la Marina aseguraron no haber notado ningún cambio en las ventas con la llegada de los dos cruceros de ayer. Algunos incluso afirmaron que «al estar tan poco tiempo en Ibiza, los pasajeros no bajan del barco o se van directos a las excursiones programadas sin pasar por el centro de la ciudad».

Una de las empleadas del Restaurante Es Noray, del puerto de la Marina, comentó que «en general, este tipo de turista suele venir mucho por esta zona gracias al autobús que los recoge en el mismo muelle. El domingo, por ejemplo, la afluencia de gente que venía de crucero fue bastante alta dada las fechas en las que estamos». El útlimo crucero que hará escala en Ibiza este año está previsto para el 14 de diciembre.