Imagen de archivo de una playa pitiusa con posidonia.

Más de 200 científicos, técnicos y especialistas en temas marinos de 58 centros de investigación, organizaciones y asociaciones reclaman una actuación urgente ante la grave pérdida que año tras año sufren nuestras praderas.

Las ONG Terraferida, GOB, Amigos de la Tierra, Mallorca Blue, Ondine, Greenpeace y Oceana han impulsado la recogida de firmas para dar el máximo apoyo y acelerar la aprobación del Decreto de Posidonia antes de que comience el verano. «Los impactos que provocan la pérdida de las praderas de posidonia en Baleares son bastante conocidos, pero es urgente regular los fondeos y acabar con los vertidos y los otros impactos para proteger la Posidonia», explicaron los expertos.

La Posidonia oceánica es una planta endémica del Mediterráneo, con capacidad de formar extensas praderas, que se encuentra en «alarmante» recesión en todo el Mediterráneo a pesar de los esfuerzos que se han realizado tanto a nivel comunitario como nacional o regional.

Las Islas Baleares son la comunidad autónoma con más superficie de praderas de Posidonia oceánica del Estado, concretamente el 50% del total inventariado, lo que comporta una especial responsabilidad en cuanto a su conservación.

La pesca de arrastre, los vertidos (tierra-mar o desde barcos) de aguas cargadas con nutrientes y materia orgánica o contaminantes, los fondeos de embarcaciones, las extracciones de arena y las obras litorales son las principales causas de su degradación. A nivel global, a una mayor escala temporal, los efectos del cambio climático también ponen en peligro su pervivencia, advirtieron desde Terraferida. «El efecto acumulativo de todos ellos daña este ecosistema, tanto crónicamente de forma general, como de manera aguda en lugares concretos», matizaron.

Las consecuencias de la degradación de las praderas están bien documentadas, y conducen a la pérdida de fauna asociada, tanto en cantidad como en diversidad, la disminución de las pesquerías, el deterioro de la calidad de el agua, la pérdida de arena en las playas y la erosión de la costa.

Entre las medidas urgentes que consideran desde las organizaciones que deben adoptarse se encuentra el impulso a la aprobación sin más demora del decreto de protección de la posidonia, una herramienta normativa que facilitará la actuación, preventiva o reactiva, sobre una parte importante de los factores de degradación de este hábitat natural. Igualmente instan al Gobierno a la provisión de medios suficientes para poder prevenir y actuar contra los diferentes impactos y amenazas que sufre la posidonia.

El manifiesto por la conservación de la posidonia en las Islas Baleares cuenta con el apoyo de científicos de las principales instituciones de investigación de Baleares.