Romina Besós (Argentina) es una técnico de laboratorio y, con la de ayer, es la segunda vez que se presenta a los exámenes para conseguir el título de catalán. «Estoy muy nerviosa por este examen; es la segunda vez que presento y en el otro fallé en la gramática; a ver si tenemos un poco más de suerte porque estudiar, hemos estudiado todos.

Es un examen difícil, pero es importante para mí trabajo», explicaba esta profesional sanitaria ayer, antes de la convocatoria extraordinaria que la Escola Balear d’Administració Pública convocó para que 210 profesionales sanitarios de toda Balears puedan conseguir los títulos de catalán del nivel B1 y B2 que el Govern les exige. En Ibiza se presentaron un total de 23 profesionales y 11 en Formentera. «Pienso que en salud no tendría que ser un requisito; se tiene que valorar al médico por lo que sabe de medicina y no por el idioma, pero también comprendo que si uno viene a un lugar donde se habla un idioma se tiene que adaptar y es comprensible que la gente de la tierra hable su idioma para que no se pierda». Carlos Martínez también es técnico de laboratorio y lleva 18 años en Ibiza. «Que se exija como requisito es pasarse, como mérito está muy bien, pero llegar al punto de que sea un requisito es demasiado».

En la convocatoria extraordinaria de ayer sólo se pudieron presentar el personal que depende del Servei de Salut del cual el IEB y el Consell de Formentera hayan acreditado una asistencia mínima del 80% a los cursos de formación de catalán organizados entre los meses de octubre de 2017 y enero de 2018. Para superar las pruebas oficiales de los niveles B1 y B2 y obtener el certificado correspondiente se deben cumplir dos condiciones: obtener, como mínimo, 50 puntos en el total de la prueba y el mínimo de puntuación exigida en todos los bloques de los que consta la prueba. Para recibir el certificado es necesario superar, por separado, cada bloque, independientemente de que se hayan conseguido 50 puntos o más en la calificación global.