«Esperar hasta 8 años para una operación de cambio de sexo genera mucha ansiedad y depresión a las personas obligadas a identificarse con una genitalidad que no sienten como propia», afirmó ayer Natalia Martín, vicepresidenta de la asociación Ben Amics, que afirmó ser «una chica trans».

Para acabar con la angustia de estas personas, el IB-Salut anunció ayer que pagará la reasignación de sexo de las 21 personas de Balears que actualmente están en lista de espera de hasta 8 años para ser intervenidos quirúrgicamente en el centro de referencia de Málaga e incluirá estas operaciones en el futuro decreto de garantía de demora para que nadie tenga que esperar más de 6 meses para una operación.

Para reducir la lista de espera, el IB-Salut ha suscrito un contrato con el Hospital Clínic de Barcelona para realizar las tres primeras intervenciones de vaginoplastia (dotar a los hombres transexuales de genitales externos), que se llevarán a cabo en las próximas semanas, mientras se tramita un concurso abierto que permitirá que se operen las otras 18 personas que estarán pendientes de la intervención quirúrgica. Con los tres primeros procedimientos puestos en marcha, el IB-Salut se hará cargo de un coste por intervención quirúrgica que ronda los 13.000 euros, al que habrá que sumar los desplazamientos del paciente y de su acompañante a Barcelona. El IB-Salut tiene la intención de incluir la reasignación de sexo en el convenio marco que prepara para regular las derivaciones de pacientes a centros privados, explicó Juli Fuster, director general del IB-Salut. «La espera puede limitarte muchísimo en tu rutina, en tu día a día, son años de angustia», insistió Martín, recordando que la ley autonómica para el colectivo LGTBI ha hecho que las personas que deciden cambiar de sexo no tengan que someterse obligatoriamente a una supervisión psiquiática.