Paquita Ribas, Josep Marí Ribas y Ángel Luis Guerrero comparecieron ayer ante los medios de comunicación. | R. J. Domínguez - R.R.

El Ayuntamiento de Sant Josep no tiene previsto paralizar las obras que se están llevando a cabo en la promoción Vadella 64, cuyos estudios comerciales se venden como viviendas por más de 900.000 euros.

Un hecho que ha provocado que un denunciante haya reclamado la «paralización inmediata» de las obras «por no estar ajustadas ni las ventas, ni las obras, ni los usos al proyecto técnico por el cual se concedió la licencia de obras y por estar pendiente la revisión conjunta de las mismas por parte de técnicos del Consell Insular y de técnicos municipales». Sin embargo, el concejal de Urbanisme, Ángel Luis Guerrero, aseguró ayer que «la hemos estudiado por encima y nuestra asesora legal no ve ninguna causa para paralizar las obras».

El alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas, aseguró a los medios que en el asunto de Vadella 64 «se han hecho todas las inspecciones y pasos que se tenían que dar; el Ayuntamiento ha actuado correctamente». Agustinet reiteró que en las inspecciones municipales llevadas a cabo, «nuestros técnicos nos dicen que se ha ejecutado conforme al proyecto presentado. El Consell hace una comprobación de estas cédulas de habitabilidad y dice que encontró otra cosa pero nosotros tenemos que hacer caso de nuestros técnicos, nos los creemos».

Cuestionado por la razón de las dos versiones diferentes dadas por los técnicos del Consell y del Ayuntamiento, Guerrero explicó que puede deberse a que entre la primera visita del técnico insular en enero de este año y la segunda del técnico municipal en marzo «seguramente pasó algo en medio pero si se hicieron obras entre visita y visita nosotros no lo sabemos. Lo investigaremos. Y si hace falta volveremos una tercera vez y las veces que haga falta». Guerrero y Agustinet contabilizaron las inspecciones a este inmueble en «cuatro, cinco, seis o más».

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Sant Josep también estudiará la posibilidad de realizar una inspección conjunta con el Consell d’Eivissa, cuyo técnico visitó el lunes el Consistorio para «revisar el proyecto y la licencia de obras y constató que algunos elementos que ellos pensaban que no estaban, como alguna habitación con camas, grafiado en la licencia».

Actuaciones futuras

En cuanto a la posibilidad de actuación del Ayuntamiento, el responsable de Urbanisme señaló que «si constatamos que se hace un uso diferente se abrirán expedientes de disciplina urbanística, se informará al Consell de que el uso es diferente y se pedirá la nulidad de estas cédulas de actividad, pero hasta que el uso no esté instaurado nosotros no podemos hacer nada. Nosotros solo vemos un edificio vacío cuando vamos allí. Actuar con carácter preventivo es difícil».

Guerrero también explicó que Sant Josep conoció que se estaban comercializando los estudios–taller como viviendas lo sabemos «porque el Consell nos notifica que iba a denunciarlo a Consum y a ponerlo en manos de la Fiscalía. En estos dos temas no tenemos competencia y entendemos que es más que suficiente la actuación del Consell. Nuestra competencia es ver si lo construido se ajusta a la licencia. Si a la parte política se nos dan todos los informes y se cumple la legalidad vigente poca cosa más se puede hacer».