Imagen del primer día de acceso controlado a la fachada marítima. | Arguiñe Escandón

Si los taxistas no cumplen con la normativa que permite su acceso a la fachada marítima, Autoritat Portuària no dudará en cortarles el paso. Así de tajante lo dijo ayer su presidente Joan Gual de Torrella a raíz de los hechos acontecidos en las primeras horas de la puesta en marcha la regulación de acceso en las que los taxis circularon por el interior a sus anchas.

El lunes empezó a funcionar el sistema de control de entrada de taxis a las 18 horas y solo seis horas después ya se habían contabilizado 200 movimientos en la zona portuaria. Una cifra que el alcalde del municipio, Rafa Ruiz, calificó de «voluminosa» y que lejos queda de los cuatro vehículos que pueden estar simultáneamente en el interior de la fachada marítima.

El descontrol fue tal que el presidente de la APB señaló que hubo una parada paralela a la ya existente. «Había taxis que hacían cola para esperar a los clientes y si no se respetan las condiciones que pactamos le comunicaremos al alcalde que no estamos de acuerdo con el convenio».

En este sentido, Gual de Torrella explicó que no se han planteado, en ningún momento, instalar una parada de taxis en el interior del puerto a pesar de la demanda de los taxistas. «La distancia que hay entre un avión y el primer taxi es el triple que la distancia que hay de La Marina a Bartomeu Roselló (donde está ubicada la parada)».

Así, argumentó que «no conozco ninguna ciudad europea que haya revertido los procesos de peatonalización». Lo dijo en referencia a los cambios que ha sufrido esta zona de Ibiza en los últimos años y que tildó de consolidados. «El éxito que ha tenido como uso peatonal esta zona creo que lo perderíamos si tuviéramos que estar pendientes del tráfico», remarcó el presidente.

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La normativa es clara y dice que todos los taxis tienen posibilidad de entrada para descargar pasajeros, pero la carga de pasajeros en el interior está limitada exclusivamente a los taxistas del municipio de Ibiza. Sin embargo, esto tampoco se cumplió.

«Los taxistas saben que hay que respetarlo y saben que es para dejar a gente o recoger a aquellas personas mayores que están dentro», reiteró el alcalde de Vila.

Multas

Para más inri, los taxis tampoco cumplieron con el máximo de 15 minutos que se les permite estar en el interior y tanto Gual de Torrella como Ruiz destacaron que «es difícil» hablar de sanciones individuales cuando «son muchos» los taxis que incumplieron el reglamento pactado.

«Desde el principio dijimos que iba a haber un periodo de prueba y podría funcionar si se comprometían con la normativa», recordó Ruiz. «Si esta prueba no garantiza un sistema en el que la prioridad es el peatón y una fluidez razonable de entrada y de salida, no puede ser viable», añadió.

Así, tanto Vila como Autoritat Portuària advierten a los taxistas de que si la situación se repite retrocederán para volver a tener la fachada marítima libre de vehículos; excepto de 07.00 a 11.00 horas y de 16.00 a 18.00 en horario de carga y descarga.