Cayetana Guillén Cuervo, en el momento de anunciar la suspensión temporal de la segunda jornada a la espera de ver si dejaba de llover. | Ibiza Photo Agency

La Moda Adlib puede con todo. O con casi todo, que tampoco conviene venirnos demasiado arriba por si acaso. Pero lo cierto es que la segunda jornada de la Pasarela Adlib 2018 que se celebró en Marina Botafoch desafió a la lluvia, los relámpagos, el viento y el frío y salió victoriosa.

Y eso que el tema no pintaba nada bien desde mediada la tarde. Según se iba acercando la hora del comienzo del desfile, las 21.00 horas, las primeras gotas de lluvia y de barro empezaban a asustar a más de uno. Luego, las noticias que llegaban desde Sant Antoni y desde Sant Josep, con actos suspendidos y grandes tormentas, ponían el panorama igual de negro que el cielo que se empeñaba en ser protagonista. Lo mismo que los relámpagos, que si bien dejaron imágenes preciosas para nuestros compañeros fotógrafos, provocaron que la organización se temiese lo peor y que muchos asistentes lamentaran cierta falta de previsión, pensando que se podía haber techado la pasarela y el lugar habilitado para público y profesionales. Y finalmente, cuando mediado el desfile de la marca de joyas Majoral empezó a caer agua con fuerza, nadie daba un duro porque siguiera la pasarela de este año. Incluso más de uno bromeó con un posible boicot al invitado de Formentera.

Afortunadamente la lluvia y el viento decidieron no ser tan crueles, se apiadaron del intenso trabajo y de la ilusión de los diseñadores participantes y decidieron dar una tregua. Además, contaron con unos aliados impresionantes, un equipo de la organización que cogió todo lo que tenía a mano para secar en tiempo récord la pasarela. Entre ellas Marina Morales, una mujer que ayer tuvo que fregar hasta en cinco ocasiones la enorme superficie de la pasarela dejándola magnífica. Sin ella, nada hubiera sido posible. 

«Con traje de princesa de Virginia Vald»

Antes de que todo eso sucediese, la Pasarela se desarrolló con total normalidad. En torno a las 21.10 horas se oyó por megafonía lo que se llevaba anunciando los tres días, que todo el mundo sacara sus teléfonos móviles para grabar la pasarela, que lo compartiera en las redes sociales con los hagstags correspondientes y que además, lo mantuviera en silencio.

Fue el anuncio para que la periodista, actriz y madrina vitalicia de Adlib, Cayetana Guillén Cuervo, hiciera aparición en la pasarela como presentadora del evento por segunda jornada consecutiva. Si el viernes lució espectacular con un traje blanco de Linnea Ibiza, ayer hizo lo propio con joyas de Elisa Pomar y «con un vestido de princesa, realizado a medida por la diseñadora Virginia Vald».

Cayetana arrancó los primeros aplausos de la noche al recordar que ayer se cumplieron tres años de la muerte de Pedro Zerolo, el histórico activista LGTB, exconcejal del PSOE en Madrid y encargado de oficiar su boda en Ibiza. También hubo ovación cuando hizo levantarse a la consellera insular de Industria, Marta Díaz, y al presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Torres, para que todo el mundo reconociera «el gran trabajo que hacen por la Moda Adlib».

Además, «como activista cultural que soy casi desde antes de nacer», tuvo tiempo para pedir más apoyo por parte las instituciones públicas a la cultura y a la moda, «que también es cultura porque nos identifica y nos define a todos». Y por si eso fuera poco, en su breve intervención, la madrileña aún tuvo tiempo para dar una exclusiva: la boda dentro de quince días en Ibiza de la modelo Mireia Canalda y el exnadador Felipe López, después de que él le pidiera matrimonio el año pasado durante la primera edición de Futur Adlib.

Magnífico nivel en las colecciones

En esta ocasión desfilaron diez diseñadores, en lugar de los seis de la primera jornada. Entre la nómina de invitados estaban algunos de los grandes nombres de la moda Adlib y lo cierto es que tanto las colecciones como la puesta en escena no defraudaron a ninguno de los presentes en Marina Botafoch. La calidad de todas fue muy alta demostrando que nuestra moda crece año tras año y que a pesar de estar muy cerca de cumplir cincuenta años, está en plena forma.

La encargada de abrir esta segunda jornada fue un nombre mítico de nuestra moda, Piluca Bayarri. Esta valenciana que llegó para quedarse definitivamente en Ibiza en 1984, demostró por qué sigue siendo un referente después de 35 años diseñando. Tras una espectacular performance a cargo de una gimnasta, fue presentando una serie de diseños en los que, como suele ser habitual en ella, tuvieron gran protagonismo las piezas beachwear. Ligeros, cómodos y elegantes, Bayarri volvió a apostar, como siempre en sus piezas, por el color, los estampados florales y los prismas de colores fuertes; y por su combinación con cristales de Swarovski y piezas de artesanía en detalles como volantes y puntillas.

Otra figura mítica cogió su testigo. Tony Bonet, a punto de cumplir 30 años en la moda tras entrar de forma accidental y el único diseñador de Ibiza que tiene el carné de artesano, volvió a demostrar que no hay nadie como él combinando el estilo Adlib más puro con las influencias rompedoras y arriesgadas que coge de las tribus urbanas y los movimientos callejeros. En esta ocasión, su colección Alma, el Adlib más puro se vuelve urbano tuvo un toque romántico con prendas completamente blancas elaboradas de forma artesanal en algodón y con una sugerente mezcla de minifaldas con maxi largos, chaquetas estructuradas con vestidos sueltos y superposiciones. Todo gustó muchísimo, principalmente a la amplia legión de influencers que estaban sentadas en segunda fila sin parar de hacer fotografías.

El turno de grandes clásicos se cerró con la tercera colección de esta jornada. Fue la que presentaron Lali y Antonia Riera, las dos hermanas más famosas de nuestra moda y propietarias de la marca Ibimoda desde hace 22 años. Fueron sin duda las piezas más clásicas y más cercanas a lo que muchos consideran el Adlib de toda la vida. En esta ocasión con El Adlib más puro que nace de la isla de Ibiza se decantaron por trajes en blanco para lucir de día y en rojo para la noche noche, y que gracias a su confección son capaces de adaptarse a casi todos los cuerpos femeninos.

Los cuartos en mostrar sus creaciones fue otra pareja. En este caso la que conforman Alberto Serra Ramírez y José Antonio Marí Schröder, creadores de la firma Vintage Ibiza. Consiguieron levantar al público de sus asientos con la mítica canción Voyage Voyage de Desireless y luego los asombró con su colección Champagne, es la elegancia, el romanticismo y la felicidad. Como su propio nombre indicaba en las prendas, tanto para hombre como para mujer y de estilo casual chic, destacó la elegancia a través de tejidos vaporosos y telas adornadas en color champán.

La representación de Formentera en esta Pasarela Adlib 2018 llegó con la marca Majoral, que gestionan conjuntamente desde la menor de las Pitiusas, Enric y Roc, padre e hijo. A pesar de que la lluvia obligó a parar su desfile, presentaron una serie de joyas inspiradas en la influencia que tuvieron los fenicios y sus divinidades en las Pitiusas. Las modelos lucieron sorprendentes y preciosas piezas que buscaban evocar un mundo de divinidades y guerreros a través de figuras como la de la diosa Tanit y de una fusión en la que también se vieron ciertas influencias egipcias, asirias y griegas.

Y de las joyas a la comodidad y el toque más bohemio de la moda Adlib, que siempre proponen dos marcas hermanadas, la que forman Beatrice San Francisco y BSF Man, gestionadas respectivamente por Beatrice Siegmund y su pareja profesional y amorosa, Francisco Becerra. De hecho, ambos se presentaron ayer en Marina Botafoch con dos colecciones elaboradas en punto con materiales naturales como el algodón, la viscosa y el lúrex que llevaban el mismo nombre: Revolution Knitted. Inspiradas en la belleza de la tierra y apostando por hilos nobles para la creación y pinceladas de oro y plata, y por una serie de destacados complementos, como una original máscara que llevó el modelo Krys Pasiecznik. Además, con sus piezas demostraron que sus creaciones son ideales para aquellos hombres y mujeres «atrevidos, con estilo y que les guste marcar la diferencia en su vida diaria».

Ivana Mestres, fue la siguiente con su colección Locas y libres, la elegancia de la mujer liberada. Como suele ser habitual, brillaron sus trajes femeninos repletos de bordados con encajes, flores y pedrería sobre tejidos de seda y tul. El negro fue el gran protagonista de sus creaciones, aunque también presentaron originales vestidos blancos con transparencias, aperturas, plumas y grandes escotes. Su colección se vió dos veces, la primera con las modelos descalzas ante el miedo a caerse con una pasarela mojada y después con los correspondientes zapatos, al final de esta edición.

La penúltima diseñadora fue Virginia Vald, quien desplegó sobre esta Pasarela Adlib un mar de estrellas desde el primer momento en el que Rebeca Brown apareció sobre la pasarela para cantar en directo acompañada de cuatro bailarines, ellos sin camiseta y ellas con alitas de ángeles. Después, con su colección inspirada directamente en los amaneceres de Ibiza, presentó vestidos con texturas y colores que representaban el reflejo del cielo en el mar cuando amanece, recreando su luz y su calidez, a través de tonos beige, negro y rosas palo satinados y asimetrías, transparencias y escotes balconet.

Sin embargo, el punto culminante de la edición de este año llegó con el Sueño de amor de Elisa Pomar. La joyera ibicenca celebraba diez años con marca propia y se volcó con tres colecciones de estupendos pendientes y collares sobre prendas de la diseñadora internacional Maya Hansen. Además, se ganó al público al presentarlas con seis balladors de Sa Colla de Sa Bodega –cuatro pequeños desfilando con las joyas y otros dos bailando un pequeño número de ball pagès mientras sonaba una canción de la gran cantadora Margalida Roig– y con la canción Ibiza te hace guapa –de su hijo, el joven cantante Marc Cuevas–. Incluso su despedida del público con su hermano David, su hijo Marc y la top model Toya Montoya mientras sonaba el tema de Nacho Cano Vivimos siempre juntos fue espectacular.

El cierre perfecto a una segunda jornada que terminó con Rebeca Brown de nuevo sobre la pasarela, los diseñadores participantes y demostrando que la Moda Adlib puede con todo. O con casi todo. Anoche lo demostró.