Un momento de debate durante el pleno de ayer en Sant Josep.

Los problemas urbanísticos del municipio de Sant Josep coparon ayer el debate en el pleno del ayuntamiento del municipio. Por una parte con las quejas reiteradas de los vecinos y comerciantes de Cala Vedella, que el grupo Popular llevó al pleno para pedir explicaciones de lo que se estaba haciendo o tenía intención de hacer en esta urbanización.

Por otra parte con la modificación de las normas subsidiarias para la urbanización de Caló d’es Real, donde se está trabajando en un planeamiento para la zona.

Cala Vedella

Francisco Javier Marí, valoró en la moción planteada por su grupo respecto a Cala Vedella que, a pesar de que se había hecho algo como es el arreglo del acceso norte, seguía sin haberse hecho suficiente en una zona tan problemática para solucionar los problemas de los vecinos. Entre ellos mencionó la falta de iluminación, de parking, y la construcción de un edificio y que seguían ejecutándose obras sin licencia.

La queja principal planteada por los residentes de la zona es la situación de la depuradora de la empresa UMSA. Una depuradora dimensionada hace 50 años y que requería una modificación y renovación completa, que se había prometido hace más de un año que la propia empresa iba a efectuar. Un hecho que hacía que los vecinos se sintieran «engañados», dado que esperaban que estuviera listo este verano.

Ángel Luís Guerrero, concejal de urbanismo, le contestó indicando que efectivamente se habían llevado a cabo las conversaciones con UMSA, con la que se ha llegado a un acuerdo. Ya está presentado el proyecto de la instalación de un nuevo tanque de oxigenación que correrá a cargo de la empresa, así como la ampliación de la depuradora que se hará en los meses de invierno.

De esta forma está previsto que pueda estar lista para el próximo verano, estimó el concejal .
Así mismo anunció que se está trabajando en una nueva planificación para ordenar la zona sin crecer y así reordenar otra de las zonas que han crecido de forma caótica en el municipio.
“La gente de Cala Vedella debería darse cuenta de que lo que pasa es que por fin se hacen cosas”, recalcó el concejal socialista, tras haber enumerado varias actuaciones municipales de asfaltado e iluminación entre otras.

Caló d’es Real

La urbanización de Caló d’es Real es uno de los casos más antiguos de urbanismo descontrolado del municipio que ahora se está intentando ordenar. Una zona de bastante entidad y con depuradora propia que se edificó sin instrumentos de planeamiento urbanístico, prácticamente inexistentes den la época.

El cambio propuesto en las normas subsidiarias supone la unión de tres zonas que estaban separadas en el planeamiento anterior. Además los propietarios de la zona tienen un periodo de dos años para ponerse de acuerdo y hacer una junta de compensación antes de que las infraestructuras, zonas verdes y equipamiento pasen a manos del consistorio. Una modificación que no supondrá coste alguno a las arcas municipales, anunció el alcalde, Josep Marí “Agustinet”, más allá de lo que cueste la propia modificación puntual. El coste correrá a cargo de los propietarios.

«Ponemos en marcha un sistema que mientras se hace un nuevo plan general, da soluciones a estos lugares que tenemos totalmente estrangulados desde un punto de vista urbanístico» concluyó el alcalde.
Una modificación en la que se abstuvo el grupo Popular al considerar que esta modificación no es una solución sino una condena.

Así, Marí Álvarez indicó que en la zona hay 54 parcelas construidas cuyos propietarios tendrán que hacerse cargo de lo suyo y de las 15 parcelas restantes sin edificar. Sobre todo destacó el área de sa Punta Llosa, que tendrán que pagar los vecinos para que se convierta en «espacio libre público». «Ustedes sabrán las conversaciones que han tenido con los vecinos y si los vecinos han dicho que tienen dinero para pagar», cuestionó.

El resto de grupos votó a favor de una solución que abre vías legales para normalizar la situación de esta zona del municipio, se consideró.