De izquierda a derecha: Marilén Ramón, Ana Gordillo, Juanjo Riera y María Costa, miembros de la nueva junta directiva de FEHIF

La Federación Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif) presentó ayer su nueva junta directiva en la que la mayoría son mujeres. Ana Gordillo, directora del Hostal Mallorca de Sant Antoni, toma el relevo en la presidencia de la organización en las Pitiusas a Juanjo Riera, que pasa a ser vicepresidente y presidente de la asociación para los hoteleros de Vila. Marilén Ramón será la presidenta de los hoteleros de Santa Eulària y María Costa será la vicepresidenta de la asociación hotelera de Vila.

Contra la ecotasa

Una directiva renovada que seguirá en la misma dirección que llevaba bajo la batuta de Juanjo Riera, indicó la nueva presidenta. Señaló que luchará para que se quite el impuesto de turismo sostenible y hará hincapié en hacer que se persiga la oferta turística ilegal.
Respecto a la ecotasa, la presidenta indicó que «algunos dicen de rebajarla otra vez», pero su posición es la de hacer lo posible «para que se quite», dado que resta competitividad al destino. «No podemos castigar al turista por visitarnos y más con un impuesto que no sabemos a dónde va».

En el mismo sentido se manifestó Juanjo Riera, que recordó que desde el sector hotelero se considera injusto este impuesto por grabar sólo a la oferta turística reglada. Además dudó también que el impuesto de estancias turísticas tenga un carácter medioambiental, porque «tanto lo quieren usar para construir pisos de protección oficial como para otros fines».

La ‘tormenta perfecta’

La nueva presidenta quiso lanzar un mensaje de tranquilidad, algo contradictorio, respecto a la presente temporada. No consideró que ésta fuera a ser una mala temporada, dado que se está comparando con temporadas récord como las de 2016 y 2017. Si bien indicó que hay algo menos de ocupación, las perspectivas, según Gordillo, son buenas.

Hizo un repaso general a las circunstancias con las que se encuentran este año los hoteleros de la isla, como son la recuperación de otros destinos del Mediterráneo como Turquía, Croacia o Túnez; la competencia que suponen los destinos peninsulares gracias a la facilidad de transporte y las ofertas que, por ejemplo, está lanzando Renfe para llegar desde el centro a las costas del norte de España o la bajada de precios en las islas Canarias.

Unas circunstancias que tanto Gordillo como Riera calificaron como «tormenta perfecta» que afecta negativamente al turismo en Ibiza, por lo que asumieron que están ante una temporada «difícil».

La bajada de clientes que se está produciendo esta temporada se consideró como una alerta para trabajar e intentar conseguir que las próximas temporadas sean buenas. Así Riera recordó que no tenían «pitonisas en nómina» y que las previsiones podían cambiar por múltiples circunstancias, por lo que no se puede todavía hablar en negativa de las temporadas de 2019 y 2020.

Otro de los cambios negativos para el sector hotelero que se puso ayer sobre la mesa fue el hecho de que Ibiza se estuviera convirtiendo en «un destino de escapada, no de vacaciones», según la presidenta, ya que las estancias son más cortas.
Algo de lo que también se hizo eco Riera, que indicó que se estaba trabajando con los turoperadores para la próxima temporada. Quiso mencionar que Jet2Holidays preveía adelantar el inicio de temporada para Ibiza al 7 de abril del año que viene, cuando lo habitual era que empezara en mayo.

Autocrítica de los precios

Riera consideró que se tendrá que hacer autocrítica respecto al techo de precios de las estancias, pero será el mercado el que dirá si realmente deben bajarse.

Preguntado por el porcentaje de subida de precios que se ha producido en los últimos años, sólo se aventuró a dar el dato del año pasado, en que los precios de las estancias hoteleras subieron en torno a un 3%. Una subida que achacó tanto a las tendencias del mercado como a la mejora y renovación de muchas instalaciones hoteleras de la isla.