La puerta de acceso a la depuradora de Santa Eulària, en plenas obras de reforma | DANIEL ESPINOSA

Durante la reunión que hubo a mediados de junio entre el Ayuntamiento, la Agència Balear de l’Aigua i la Qualitat Ambiental (Abaqua), vecinos y hoteleros, la empresa pública del Govern se comprometió a solucionar los problemas de los malos olores de la depuradora de Santa Eulària, que se intensificaron durante el pasado mes de junio.

Pese a que Abaqua aseguró que para la primera semana de julio «los problemas se minimizarían mucho» con la entrada en funcionamiento de una nueva línea de depuración, ésta no se producirá hasta el 20 de julio, afirman ahora los técnicos de Medio Ambiente, según Abaqua. Hasta entonces, se han instalado tres aireadores, el último de ellos durante la semana pasada, lo que se debería notar durante los próximos días con la oxigenación de la planta. Según Abaqua, los problemas esta vez no vienen por los lodos, sino por las obras de la nueva instalación que debe estar finalizada para diciembre de este año.

Quejas vecinales

Cuando se pusieron en marcha estos aireadores, los dos primeros el 22 de junio, Abaqua afirmó que «el problema del hedor de la depuradora está solucionado», pensando que su aplicación haría efecto de inmediato, algo que no ocurrió.

Y por eso, Santa Eulària continúa recibiendo quejas de los vecinos de Can Sansó y Cas Capità. Concretamente, el pasado sábado fueron tres los vecinos que expresaron su malestar por este problema irresuelto, mientras que durante la mañana del lunes fue otra pareja de vecinos de la zona del Babylon Beach Bar la que se quejó al consistorio.

Elisabeth, vecina de Santa Eulària desde hace 38 años, explicó a Periódico de Ibiza y Formentera que «hace tres semanas hubo vertidos en el mar, y en casa ni siquiera podíamos abrir la ventana por la peste que había».

Esta vecina se queja de que cada año el municipio tiene el mismo problema, cada año dicen que lo van a solucionar pero al final nada cambia. «Yo no sé para qué pago impuestos si no lo solucionan. En otros países los sistemas de depuración funcionan bien y no dan problemas. ¿Por qué aquí sí?», reflexionó. Unos problemas que empeoran con el inicio de la temporada turística.

Los hoteleros

Los hoteleros están preocupados por las consecuencias económicas que puedan tener los malos olores para sus negocios. Después de la reunión con Abaqua, decidieron dar un margen para que minimizaran el problema, pero de lo contrario tanto ellos como los vecinos ya avisaron de que iba a haber movilizaciones y protestas.

El viernes 22 de junio, según confirmaron fuentes del Ayuntamiento, se instalaron aireadores que, para algunos han conseguido reducir el problema, aunque para otros no ha sido así y los olores continún. «Hemos tenido quejas graves, los clientes pagan 3 euros por día y persona de ecotasa y no pueden dormir por los malos olores en un hotel con certificación medioambiental», explicó Marilén Ramón, directora de Grupotel Santa Eulària & Spa, a este periódico.

El olor viene por las noches y aunque los clientes cierren las habitaciones el olor les sigue entrando por los conductos del aire acondicionado. «Dentro del hotel se queda una peste que es muy difícil que vuelva a salir», lamentó Ramón.

Otra de las principales preocupaciones es que los clientes tienen derecho a pedir un reembolso del 10% de sus vacaciones a los turoperadores debido a este problema y otros clientes habituales ya han informado de que no volverán a repetir en el hotel debido a los olores de la depuradora. «Ni siquiera tendría que darles explicaciones; es vergonzo», concluyó.

Por su parte, Javier Llabrés, director del Tropic Garden, afirmó que «desde el pasado sábado ya no tenemos el olor que teníamos antes, así que entiendo que algo se ha minimizado». Aun así, la semana pasada, lamentó Llabrés, hubo quejas de clientes, algunos de los cuales dejaron constancia de ello en Tripadvisor.