Aguilera no sabe aún si continuará en política cuando acabe la legislatura. | ARGUIÑE ESCANDÓN

A finales de junio, Salvador Aguilera Carrillo (Barcelona, 1971) anunció su marcha de Podemos y que no devolvería su acta de diputado en el Parlament balear. Sus excompañeros arremetieron contra él y le tildaron de «tránsfuga». Aguilera, que llegó a Ibiza a los 18 años para cumplir con el servicio militar, dijo que Podemos era «un proyecto fallido». Hoy explica a Periódico de Ibiza y Formentera los motivos de por qué se ha ido distanciando de su antigua formación política.

- ¿Por qué ya no se siente representado por Podemos? ¿Qué ha cambiado en el partido?
El proyecto que aglutinó a miles de simpatizantes y a millones de votantes ha ido defraudando a la ciudadanía y, lo más grave, es que los Acords pel Canvi a nivel autonómico y también a nivel insular no se están cumpliendo. A nivel interno, es una tristeza y una decepción muy grande. En su momento teníamos la esperanza de que Podemos fuese un espacio con gente heterogénea y un punto de encuentro para cambiar el futuro y romper el bipartidismo no se está materializando. La democracia participativa que se vendió no se está llevando a cabo en cuestiones importantes. Se han cargado los círculos, no existen las bases.

- Usted acusó a sus excompañeros de que no le dejaban hablar con los medios. ¿Quién le vetó y por qué motivo?
Habría que preguntárselo a ellos. Yo creo que siempre he sido fiel al partido aunque en determinados momentos haya podido ser crítico con ciertas cuestiones. Desde octubre del año pasado no formo parte de la Ejecutiva de Podemos Ibiza y desde el momento en que el verano pasado se decide que el Consejo Ciudadano no se tiene que volver a reunir porque estábamos ya en proceso de elecciones fui vetado. Yo era el secretario de Comunicación y cada viernes hacíamos una reunión para planificar lo que íbamos a tratar y quién iba a los medios. Hoy van las mismas personas a los mismos programas todos los días, una cosa que no pasa en los otros partidos. Que la diputada Marta Maicas o yo no podamos ir ningún día a explicar lo que estamos haciendo para defender las propuestas de Podemos llama bastante la atención.

- ¿Ha sido arrinconado por pensar diferente?
Sí. En política se puede divergir y no tener la misma opinión sobre una cuestión. Después, hay una decisión democrática que se acepta de mejor o peor agrado pero la divergencia se está llevando al terreno personal y lo hemos visto a nivel estatal y en otras comunidades donde se han hecho purgas. Yo no soy el único arrinconado sino también mucha gente de base que nos ha estado ayudando en el día a día ha sido aparcada. Veníamos a ‘rescatar’ a la ciudadanía. ¿Dónde quedan esos lemas tan fantásticos herederos del 15-M?

- Si ya no cree en el proyecto, ¿por qué no deja el acta de diputado y deja su sitio a alguien que sí crea en él?
Es obvio que todos deberíamos hacer autocrítica y yo soy el primero que intento hacerla. Nos presentamos con un programa y unas promesas que no se están cumpliendo. Yo vine de un activismo, di la cara, me puse en primera fila y he tenido suerte de estar donde he estado. Es escandaloso que desde Podemos no hayan dicho nada sobre el cierre de los quirófanos de Can Misses por las moscas, es escandaloso que la escoleta de Can Nebot siga cerrada después de ocho años, es una vergüenza que siga la precariedad laboral. Yo voy a seguir trabajando, quedan pocos meses hasta que se disuelva el Parlament y quiero seguir haciendo propuestas con libertad.

- Sus excompañeros dicen que no deja el acta de diputado por dinero porque así cobrará el doble que hasta ahora, más de 4.000 euros según sus cálculos, al no tener que pagar la cuota al partido.
Si hubiese sido por dinero no habría esperado tres años para pasarme el Grupo Mixto. No me he metido en política por dinero, soy docente desde 2005 y he trabajando de contable y de economista. En Podemos ganaba lo mismo que como profesor. Habría que preguntarle qué hacen con las donaciones, porque va a financiar al partido y no a proyectos sociales, como se dijo.

- ¿No le consta que la parte de su sueldo que supera el límite de tres salarios mínimos interprofesionales se esté invirtiendo en proyectos sociales?
No, por lo menos mi sueldo no. Deberíais preguntarle a Podemos.

- ¿No se siente un tránsfuga?
Habría que buscar en el diccionario la definición de tránsfuga: ‘Persona que se va a otro partido político’. Yo no me he ido a otro; he dejado de militar en Podemos y en Parlament existe el Grupo Mixto donde van los diputados que no tienen un número mínimo para formar un grupo propio. No me siento tránsfuga para nada porque no me he ido a otro partido político.

- También sus excompañeros de Podemos han dicho que al no renunciar a su acta de diputado estaba defraudando a los ciudadanos que le habían votado.
Nadie es perfecto y he cometido errores como cualquier persona pero los que están defraudando son ellos. Sólo hay que preguntar a las bases y saber qué opinión tienen los militantes y también a los ciudadanos que nos prestaron su voto para ver qué sensación transmite Podemos.

- Su excompañero Aitor Morrás dijo que con su marcha se llevó una decepción personal. ¿Ha hablado con él después de su renuncia?
Estas cosas hay que dejar que las aguas vuelvan a su cauce pero yo también me he decepcionado y he estado aguantando. He hecho llegar los problemas a mi grupo parlamentario, a ejecutiva de Ibiza y de Baleares y no he tomado medidas. Con Aitor he compartido proyectos durante muchos años, como el nacimiento de Guanyem Eivissa, ambos fuimos promotores para que Podem–Guanyem gobernaran en el Consell y ya hemos visto qué decidieron mis excompañeros con el tema Vericad. Yo le respeto como persona pero ahora no me sentía cómodo en el camino que compartíamos, no tenía mi espacio, no podía trabajar ni se me respetaba mi trabajo. Ante esto, no quería perder más el tiempo y defraudar a la ciudadanía.

- Hablemos del papel de Podemos en el Parlament. ¿Ha sido combativo con el Govern?
Últimamente se ha acomodado totalmente, sólo hay que ver las intervenciones de los portavoces como Ciudadanos o El Pi para ver los calificativos hacia mi exformación o hacia el portavoz, Alberto Jarabo. Ese discurso combativo, rompedor o radical en ciertos momentos se ha suavizado. Este no es el Podemos que queríamos ni el que la gente esperaba.

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- ¿Por qué cree que ha pasado esto?
Me imagino que las personas que han tomado las riendas del partido y que han minimizado el ruido supongo que quizás piensan poder entrar en el Govern en la próxima legislatura. Son suposiciones porque de estas cosas en el grupo parlamentario no se ha hablaba. Quizás se hablaba de ello en el Consejo de Coordinación, en el que hay un grupo muy reducido de personas, o en el Consejo Ciudadano Autonómico, donde las decisiones las toma un grupo muy determinado de personas.

- ¿Si Laura Camargo hubiera ganado las primarias a la secretaría general la situación sería la misma?
La esperanza de muchos era que ella hubiera sido la secretaria general de Podemos pero es obvio que el ‘aparato’ decidió que ella no saliera. Es muy extraño que de los ocho diputados, todos excepto el exsecretario general, la apoyáramos a ella y al final no saliera. Al ‘aparato’ de Madrid no le interesaba.

- ¿Se ha convertido Podemos en un partido tradicional?
Totalmente.

- La legislatura acabará sin que se haya construido ningún nuevo centro educativo en las Pitiusas. ¿Por qué? ¿Hay poco interés desde el Govern en nuestras islas?
Ninguno. Se dice que Madrid no nos hace ni puñetero caso pero Mallorca es lo mismo. Desde la comunidad educativo y los sindicatos llevan años y años luchando para que haya más infraestructuras y no se puede entender que después de tres años no se haya abierto ningún nuevo centro en las Pitiusas con más de 160.000 residentes. Es un escándalo. Por mucho que se justifique el conseller Martí March o los directores generales, pero no han hecho caso a las demandas. La nueva Escuela de Idiomas no se va a abrir el curso que viene a pesar de las promesas de March, la Escola d’Arts da vergüenza pero el PSOE prioriza que hay que hacer una Escuela de Hostelería que no va a tener Formación Profesional y se va a gastar 9 millones en hacerla. Va a pasar lo mismo que en su momento con el Conservatorio de Música y Danza, que gracias a una enmienda que presenté tendrá el año que viene, si no hay ningún problema, el primer curso de danza después de siete años si no hay ningún problema. Es obvio que se ha trabajado para revertir parte de los recortes que el PP hizo en la legislatura pasada pero la población ha ido creciendo y la inversión está congelada.

- ¿Y Podemos no ha sido cómplice de esta situación?
Sí, claro. Pero a la hora de votar los presupuestos, al final la presión que deberíamos haber hecho para inclinar la balanza hacia un lado no la hemos hecho, como ha pasado en temas de salud o en cuestiones de vivienda. Es obvio que no se puede conseguir todo pero creo que en determinados momentos PSOE y Més deberían de haber cedido porque les dimos el apoyo. Podemos ha sido completamente ninguneado.

- ¿Cuántas veces ha votado al revés de lo que quería votar usted?
Pues buena pregunta. Mis excompañeros no se podrán quejar de indisciplina de voto porque al final sólo votó al revés un punto de una proposición no de ley que presentó el PP que pedía mil millones de inversión mínima en educación. Las dudas han estado ahí pero tienes que aceptar formar parte de un determinado partido.

- Con la escoleta de Can Nebot se han ido pasando la pelota toda la legislatura el Ayuntamiento de Sant Josep, el Consell d’Eivissa y el Govern. ¿Por qué sigue cerrada después de ocho años? ¿Quién es el responsable?
Todos tenemos responsabilidad. Desde el minuto uno que llegué al Parlament me puso en contacto con el conseller David Ribas para ver qué podíamos hacer. Es una cuestión desesperante porque el Ayuntamiento, en el que han gobernado tanto PP como PSOE, no quisieron que el Consell se la cediese y también son conocidos los problemas que ha dado a los responsables políticos del Consell las cuestiones de Intervención por los cambios de criterio.

- Déjeme preguntarle por turismo. ¿Se está invirtiendo bien el dinero que se obtiene del impuesto sobre el turismo sostenible?
Pues no. En Podemos utilizamos el término ‘ecocaixa’ porque nos temíamos que el Govern utilizaría el impuesto para tapar los agujeros de los proyectos en los que no había financiación suficiente. La última decisión del PSOE es hacer vivienda pública, el año pasado para hacer paseos marítimos. En su momento, se luchó para que no se hicieran infraestructuras, se contratara más personal fuera de temporada para limpiar playas o bosques. Un ejemplo: los payeses ibicencos solo recibirán 50.000 euros de un proyecto total de 2 millones para mantener el paisaje. Se está utilizando mal.

- ¿Qué hubiese votado usted en la zonificación del alquiler turístico? ¿Habría roto la disciplina de voto como Vericad?
Yo hubiese seguido negociando. Nuestros socios en el Consell son Guanyem, y después el PSOE.

- ¿Abandonará la política cuando acabe la legislatura?
Pues no lo sé. Llevo mucho tiempo intentando aportar mi granito de arena para mejorar la sociedad. No descarto nada. Veremos qué movimientos hay después del verano.

- ¿Hay alguna formación que le haya ofrecido incorporarse a sus filas?
No, todavía no.

- Siendo usted de Sant Antoni, ¿Reinicia es una posibilidad y que podrían aprovechar su experiencia?
Podría ser una opción. Me hubiese gustado contribuir más a Sant Antoni pero uno no llega a todo. Pero no es una cuestión que pueda decidir yo solo.