José Luis Benítez es gerente de la Asociación Ocio de Ibiza. | ARGUIÑE ESCANDÓN

El Ayuntamiento de Sant Josep aceptó el pasado jueves hacer excepciones a la prohibición de la música en directo pero no en los «negocios turísticos». El alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas, y el segundo teniente de alcalde, Ángel Luis Guerrero, se reunieron el jueves por la mañana con el presidente de la Associació de Músics d’Eivissa, Dani Martínez, para estudiar una modificación de la ordenanza de ruidos que pueda facilitar la organización de actuaciones de música en directo.

José Luis Benítez, gerente de la Asociación Ocio de Ibiza, explicó a Periódico de Ibiza y Formentera que «estamos muy contentos de que el Ayuntamiento haya aceptado estudiar una modificación porque hemos apoyado a los músicos, pero habrá que estudiarla bien porque un disyóquey también es un músico».

El matiz es una respuesta a la afirmación de Josep Marí ‘Agustinet’, quién afirmó que «el problema de Sant Josep no es este tipo de música sino los excesos que se han cometido en determinados negocios turísticos».

En opinión de Benítez, va a ser muy complicado no permitir actuaciones musicales en negocios turísticos. «¿Los músicos tendrán que estar solamente en las iglesias y en las plazas de los pueblos?», se preguntó. Los músicos, asegura Benítez, quieren estar también en bares y restaurantes, que son negocios turísticos.

Medida arbitraria

Pese a que se mostró contento porque los músicos hayan conseguido su objetivo, desde Ocio de Ibiza califican la modificación de la normativa de ruidos de «arbitraria», porque pese a que ayuda a solventar el problema de los músicos, «los problemas se tienen que solucionar para todos». Desde Ocio de Ibiza explicaron que se reunirán con el Consistorio, como ya han hecho, para que la normativa cambie y se permita la música en directo.

«Creemos en la buena voluntad del Ayuntamiento para solucionarlo. Están solucionando el problema con los músicos en vivo y con los disyoqueis harán lo mismo o deberían hacerlo». La asociación también recordó que tienen recurrida la ordenanza de ruidos, que se plantean medidas y que finalmente será un juez el que decida. «No vamos a retirar nada si no se arregla esto, la justicia es igual para todos». En cualquier caso, Benítez confía en el «buen talante» del Ayuntamiento para arreglar los problemas.

Los músicos podrán actuar, pero no podrán hacerlo en zonas turísticas. «¿En Can Jordi ya no podrá haber música en directo?», se pregunta Benítez. Asimismo, desde la asociación no comprenden por qué los disyoqueis no tienen la categoría de músicos. Respecto al ruido que generan determinados establecimientos turísticos y las molestias que ocasionan, Benítez dijo que «cada tipo de músico hace su ruido y lo que le puede gustar a uno le puede molestar a otro y viceversa». Según explican, lo que no se puede es hacer distinciones, permitir para unos lo que prohíben para otros.