Una treintena de pasajeros hicieron cola frente al mostrador de Ryanair por el vuelo cancelado a Bolonia. | Marcelo Sastre

La primera jornada de huelga de tripulantes de la compañía irlandesa Ryanair se inició ayer con ocho vuelos cancelados por sorpresa, todos ellos con conexión internacional destino a Italia y Bélgica. El primero de ellos debía salir desde Bolonia a las 10:40 horas y a las 12:15 horas desde Ibiza; el segundo de ellos desde Milán a las 10:25 horas y a las 15:40 horas desde Ibiza, mientras que el último vuelo italiano debía salir a las 18:30 horas desde Pisa y a las 19:15 horas desde Ibiza. Hubo un cuarto vuelo de Ibiza a Bruselas que también fue cancelado. Salía desde la isla a las 19:10 horas y a las 16:00 horas desde la capital belga.

Entre ayer y hoy 34 de los 38 vuelos que tenían conexión con la Península con destino a Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga y Sevilla, de los cuales veinte debieron salir ayer y otros catorce este jueves. Los pasajeros, al haber sido informados con antelación sobre las cancelaciones, no se presentaron ayer por la mañana en el aeropuerto para reclamar sus derechos como consumidores ante la compañía irlandesa.

Durante la mañana de ayer una treintena de personas hicieron cola frente a las oficinas de la compañía irlandesa para recibir información sobre el vuelo RYR 6701 con destino a Bolonia, que finalmente saldrá este jueves. Según informaron clientes de la aerolínea a este periódico, recibieron un mensaje a las 8:30 horas que les informaba de la cancelación del mismo.

La compañía lowcost está obligada a ofrecer a sus clientes la opción de encontrar una solución con otra aerolínea, salir con el vuelo alternativo de este jueves o recibir la devolución del importe total del billete, además de una compensación económica en función de la distancia del vuelo cancelado. La mínima es de 250 euros y la máxima de 600 euros.

Para los pasajeros del vuelo de Bolonia que decidieron salir este jueves, la compañía debe hacerse cargo de los gastos de la habitación del hotel o el apartamento.

También tienen derecho a una indemnización que cubra el resto de perjuicios que puedan sufrir a raíz de la pérdida del vuelo. Además de los ya mencionados, los pasajeros tienen el derecho de asistencia, es decir, recibir comida y bebida suficiente por parte de la compañía, así como a recibir el dinero derivado de los perjuicios que puedan sufrir por la cancelación del vuelo, como el precio de la entrada de un concierto al que no hayan podido asistir o el precio del transporte entre el aeropuerto hasta el lugar de alojamiento, para aquellos que decidieron quedarse una noche más en la isla.

El Ministerio de Fomento recordó a los pasajeros que si consideran que la compañía no ha respetado sus derechos, establecidos en el Reglamento 261/2004, debe reclamar a la misma, y si no está de acuerdo con su respuesta, puede presentar una reclamación de forma totalmente gratuita ante la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). Desde AESA se analizará si hubo incumplimiento del Reglamento y se emitirá un informe con el resultado de las actuaciones de Ryanair. Si éste es positivo para el pasajero y la compañía no lo atiende, podrá acudir a la vía judicial, para lo cual el informe positivo de AESA le será de gran utilidad.