Turistas se mantienen frescos al sistema de nebulización de un comercio en el puerto de Vila . | JAUME MARTORELL

Las Pitiusas y Baleares en su conjunto están este viernes y sábado en alerta amarilla por calor, según informó la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) de Baleares. En el caso de Ibiza y Formentera, las temperaturas podrían llegar hasta los 34 grados, según las predicciones de la agencia, y en cualquier caso los termómetros estarán por debajo de los 24 grados.

A esto se suma el porcentaje de humedad que será del 90% en las horas centrales del día, desde las 12 hasta las 19 horas. Estas temperaturas se mantendrán durante todo el fin de semana y no descenderán hasta el inicio de la semana siguiente. Las islas, además, esperan un agosto más caluroso de lo habitual, con mínimas que difícilmente bajarán de los 23 grados.

Ola de calor

«¿Qué hacer? Pues desayunar bien, beber mucha agua, comer mucha fruta y descansar en la sombra siempre que se pueda», explicó un trabajador del ferry de Santa Eulària, el barco que viaja por distintos puntos de la isla, entre ellos Es Canar, Cala Pada, Cala Llonga, Es Figueral, Vila y Formentera.

Este trabajador, que aprovecha la sombra para resguardarse del sol, cuenta que la empresa les provee de crema solar para protegerse de las radiaciones solares. Era difícil ver gente al sol ayer al mediodía en el puerto de Ibiza. Excepto aquellos que esperaban para subirse al ferry o que paseaban por el paseo marítimo, el resto aprovechaba las sombras de las terrazas con sistemas de nebulización para mantener el frescor, ventiladores y sobre todo con grandes toldos.

Los trabajadores de las distintas empresas de transporte marítimo cuentan con sombrillas en la entrada de la embarcación, para aminorar la exposición al sol. En Vara de Rey y las terrazas de la Plaza del Parque, el mismo guion. Turistas y vecinos se resguardan bajo la sombra de las terrazas, la mayoría de ellas con sistemas de nebulización, ventiladores o aire acondicionado; pocos niños en las plazas y ausencia de ancianos, que están entre los colectivos más vulnerables por la exposición a las altas temperaturas.

La playa de Talamanca estaba medio vacía a las 12:00 horas. Los trabajadores de las hamacas no estaban visibles, mientras que el socorrista permanecía en la silla de vigilancia de la torre. La mayoría de los bañistas aprovechan estas horas para acercarse a los bares y restaurantes más cercanos. Sorprendía en grandes tramos de la playa, más allá del beach club Bikini y el restaurante Turquoise, de Cathy Guetta, la ausencia de hamacas y toallas encima de la arena.

Recomendaciones

Entre las recomendaciones del 112 y los profesionales de la salud, destaca dejar el trabajo más pesado para las horas más frescas del día, procurar estar siempre acompañado, beber agua fría cada 15 o 20 minutos, utilizar ropa ligera y transpirable y evitar los colores oscuros, hacer descansos frecuentes en sitios frescos y con sombra y evitar en la medida de lo posible la cafeína, las bebidas azucaradas y alcohólicas, porque deshidratan y dan más sed.

El manual de Prevención de riesgos laborales debidos al estrés térmico por calor, del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (Ministerio de Trabajo), explica que, además de lo comentado, los trabajadores deben informar a sus jefes si están aclimatados o no al calor, si han tenido alguna vez problemas con el calor, si padecen de enfermedades crónicas o si están tomando alguna medicación.

Asimismo, deben adaptar el ritmo de trabajo a su tolerancia al calor, así como descansar cuando éste es excesivo o parar en caso de encontrarse mal en un lugar fresco hasta recuperarse, pues continuar trabajando puede resultar muy peligroso. Los empresarios, por su parte, deben formar e informar a sus trabajadores sobre los riesgos y efectos del calor, disponer de sitios de descanso frescos, cubiertos o a la sombra y permitir descansos si sus trabajadores lo necesitan o se encuentran indispuestos.

Proporcionar agua fresca, reducir la temperatura con sistemas de ventilación, aire acondicionado u otros y adecuar los horarios de trabajo al calor del sol. Las tareas que requieren de un mayor esfuerzo se deben hacer en las horas de menos calor. Finalmente, garantizar una vigilancia de la salud específica para aquellos trabajadores con problemas cardiovasculares, respiratorios, renales, diabetes, etcétera, que son más sensibles a los efectos del estrés térmico.