La carretera que llega a la barrera de acceso a Cala Salada sufre colapsos cada día.

El hecho de que el Ayuntamiento de Sant Antoni haya limitado el acceso a Cala Salada afecta, directamente, a los vecinos de Punta Galera. Así lo denunció Antonio Uzal, residente en la zona, quien lleva desde 2016 en contacto con el Consistorio para saber si los viales que corresponden a la urbanización ‘Los Parques de Punta Galera’ son de titularidad pública o privada.

Según explicó a Periódico de Ibiza y Formentera, otro vecino de la urbanización remitió cinco correos electrónicos a Pablo Valdés, concejal de Medi Ambient, además de dar cuatro registros de entrada (tres en junio y uno en julio de 2016) sobre los que «no se ha recibido respuesta».

A partir de ese momento, en septiembre de 2016, Uzal dio registro de entrada en el Ayuntamiento con la misma petición para conocer la titularidad de los caminos y consiguió que la concejalía correspondiente, en este caso la de Obras, acompañada de un ingeniero visitaran la zona. Sin embargo, «no hubo contestación alguna».

Ante la «inacción» por parte de Sant Antoni, algunos vecinos de Punta Galera se pusieron en contacto con la Asociación de Vecinos Can Germá-Cala Salada y remitieron un nuevo escrito hace escasos 20 días. A juicio de Uzal, «ha transcurrido demasiado tiempo» y la situación no hace más que empeorar.

Y es que «todos los coches que no pueden acceder a Cala Salada porque el aparcamiento está lleno, acaban estacionando de mala manera en Punta Galera», apuntó. Para él, se trata de una situación «peligrosa» que puede desembocar en males mayores.

«En Cala Salada se ha limitado el número de coches por si hay algún tipo de emergencia, como un incendio, para que puedan proceder a la evacuación si fuera necesario. Ahora, lo mismo puede pasar aquí y lo que pretendemos es que se tarde poco en dar respuesta», dijo este vecino.

De este modo, reiteró que en caso de que los viales sean de titularidad privada, los propietarios procederán a «tomar las medidas en base a la Ley» que consideren más oportunas, así como cerrar el paso a vehículos privados.

La realidad es que la desviación que lleva a Punta Galera, desde la barrera de acceso a Cala Salada, está llena de agujeros, piedras y coches mal aparcados. Motivo que ha llevado a varios vecinos a pedir al Ayuntamiento que, de ser públicas las calles, procedan al arreglo de las mismas ya que «los socavones van en aumento progresivo por la cantidad de vehículos que circulan y aparcan en la urbanización por la restricción en la zona de Cala Salada».

También solicitan que se tomen medidas, como la colocación de piedras en los laterales de las calles y carteles de ‘prohibido aparcar’.

Trabajar conjuntamente

El objetivo, según argumentó Uzal, es encontrar «colaboración» y una «solución» que, tres años después, parece que no llega. Por su parte, desde el Ayuntamiento apuntaron que son «conscientes» de la situación que existe en la zona «desde hace años», por lo que están promoviendo un encuentro entre el Área de Prevención de Incendios del Govern balear y los propietarios de la zona.

Fuentes municipales señalaron la posibilidad de celebrar esta reunión en septiembre, pero «se está a la espera de que los vecinos fijen la fecha» para dirimir qué tipo de actuaciones deben ejecutarse y a quién le corresponde hacerlo.

Sin embargo, Uzal contradijo estas declaraciones ya que «nos dijeron que en una semana nos íbamos a reunir con los bomberos, Medi Ambient y el encargado de seguridad de la barrera de acceso a Cala Salada»; de eso hace ya tres semanas.

Sant Antoni recordó que las acciones que sean de competencia municipal «se ejecutarán sin incoveniente» ya que «el Consistorio ya ha llevado a cabo algunas en los últimos años».