Juan Calvo, coordinador técnico de la Alianza por el Agua, en las instalaciones de Grupo Prensa Pitiusa. | MARCELO SASTRE

La Alianza por el Agua es la entidad que agrupa a instituciones políticas, empresas y colectivos sociales con el objetivo de mejorar la gestión integral del agua en Ibiza y Formentera. Juan Calvo (Zaragoza, 1979) coordinador técnico de la organización, considera que la prioridad debe ser la implantación de la depuración terciaria en la isla y reutilizar ese agua.

—En los últimos años en Ibiza y Formentera ha habido un problema muy grande con el agua, principalmente por la grave sequía. ¿Cuál es la situación que viven los acuíferos?
—La situación sigue siendo grave. Ahora mismo 11 de los 16 acuíferos están sobreexplotados o salinizados, eso significa que están bajo mínimos y que la situación realmente es grave. Ligado a la sobreexplotación está el índice de sequía, que nos dice en qué situación de reserva están los acuíferos. En estos momentos están al 40%, es decir, están en un nivel de prealerta de sequía. Con lo cual, hay que hacer todos los esfuerzos posibles para revertir esta situación.

—¿Cómo valoran que Santa Eulària y Sant Joan hayan empezado a consumir agua desalada?
—Lo valoramos muy positivamente y creemos que ese es el camino. El camino es utilizar el recurso que tenemos de agua desalada. No hay que olvidar que la desaladora de Santa Eulària está a medio gas, no está a pleno rendimiento. Entonces, creemos que los Ayuntamientos tienen que aprovechar al máximo este recurso para no utilizar agua de pozo y dejar descansar a los acuíferos.

—¿Es la única solución que tenemos a la escasez de agua?
—Bueno, ahora mismo estamos en una situación en la que tenemos los medios adecuados en Ibiza. Tenemos tres desaladoras, yo creo que no hay isla en el Mediterráneo (y creo que tampoco en el mundo) que tenga tres desaladoras con una capacidad de hasta 14 hectómetros. Entonces creo que ese recurso hay que aprovecharlo. Por otro lado, otro de los puntos importantísimos que hablamos desde la Alianza por el Agua es la reutilización. Las depuradoras de Ibiza y Formentera vierten hasta siete hectómetros cúbicos al año, que podrían ser reutilizados para usos agrícolas, turísticos, de zonas verdes, de limpieza de calles como medida medioambiental para no sobrecargar tanto los humedales y los acuíferos. Con lo cual, tenemos dos recursos alternativos disponibles. El agua desalada, pese a que la depuradora de Santa Eulària todavía no está a pleno rendimiento y luego la reutilización (ahora mismo se reutiliza solo un 0,6 por ciento de agua depurada).

—La mayor parte del agua depurada es vertida al mar en lugar de ser reutilizada.
—Durante el siglo XX todo el esfuerzo que se hizo en el ciclo del agua fue garantizar el abastecimiento y garantizar la depuración de las aguas por las normativas europeas. La normativa europea exige a los Estados miembros que garanticen el abastecimiento, la mejora de las masas de agua y la depuración. Ahora, en el siglo XXI, el siguiente paso es el de la reutilización ya que Ibiza no ha llegado a ese punto. Estamos todavía depurando y no hay medios ni infraestructuras para reutilizar. En el Plan Hidrológico aparecen algunas acciones y construcción de infraestructuras pero de momento es deficiente y pedimos que ese esfuerzo sea prioritario también.

—¿Por qué hemos llegado a esta situación? ¿Hay algo que se pudo hacer y no se hizo en su momento?
—En Ibiza en medio siglo hemos pasado de una economía primaria y una población muy reducida a una economía de servicios y una población que ha crecido muchísimo. Con lo cual, no ha habido capacidad de planificación porque nadie preveía ese boom. Lo importante es que ahora conocemos la situación, tenemos los medios para cambiarlo y como sociedad tenemos que realizarlo por necesidad y obligación.

—Los emisarios submarinos de Santa Eulària, Platja d’en Bossa y Formentera han superado su vida útil de 40 años y el de Santa Eulària ha sufrido este verano roturas y vertidos incontrolados en su tramo terrestre. ¿Tenemos un problema de infraestructura?
—Clarísimamente. Ahora mismo, en primer lugar, las depuradoras están dimensionadas para la población estival, de acuerdo a lo que nos dice el Govern balear. Pero nosotros creemos que hay momentos en los que la población sube tanto que es muy difícil depurar con calidad suficiente, con lo cual hay que hacer el esfuerzo para que ese mantenimiento y explotación de las depuradoras funcione adecuadamente y si hay que hacer una inversión adicional se haga. Lo que está claro es que el emisario es una infraestructura que garantiza que el agua depurada se diluya en el mar correctamente. Si ese emisario tiene roturas ese agua no se diluirá correctamente. Tenemos el caso de Santa Eulària, que ha tenido roturas este verano en la parte terrestre, pegada a la playa, y tenemos constancia de que hay roturas en la parte sumergida. En el caso de Platja d’en Bossa también nos han confirmado de que el año pasado hubo roturas que ya se han arreglado pero queremos conocer cuál es la situación ahora. Y en Formentera también, el Consell a través del CSIC ha detectado roturas. En primer lugar, queremos que se garantice que las depuradoras funcionen correctamente y que las infraestructuras de emisario diluyan correctamente. Así que sí, hacen falta infraestructuras. Luego no hay que olvidar que, en los tres casos, Santa Eulària, Platja d’en Bossa y Formentera, están clasificadas por la ley como zonas sensibles. Eso significa que requieren de un tratamiento adicional terciario. El tratamiento secundario es la depuración convencional y el terciario garantiza que haya unos estándares de calidad superiores y que se depure lo máximo posible. Existe un decreto que lo exige desde el 2003 y la ley decía que en el 2006 estas infraestructuras debían estar listas pero no lo están.

—¿La depuradora que se está ampliando en Santa Eulària contará con esta infraestructura?
—Con la información de la que disponemos no habrá tratamiento terciario. Le hemos trasladado al Govern balear esta preocupación y nos han dicho que están revisando esta norma. Nosotros lo que exigimos es que esta normativa se cumpla mientras esté vigente.

—Abaqua explica que la ampliación de la depuradora de Santa Eulària incluye la reparación del emisario en su tramo terrestre y que así se terminarían los problemas. ¿Cómo lo ven?
—Bueno, yo creo que ahora mismo está en renovación la depuradora de Santa Eulària y creo que funcionará más correctamente. Pero, de nuevo, queremos que se haga lo que la norma dice. La renovación es una buena noticia, pero nosotros vamos más allá, pedimos un sistema terciario tal y como viene estipulado en la ley. Está incluido en el Plan Hidrológico y con eso conseguiríamos un tratamiento adicional que garantice la calidad de las aguas junto con la sustitución del emisario.

—El crecimiento poblacional ha sido constante en las últimas décadas y la afluencia masiva de turistas tenemos. ¿Tenemos un problema de capacidad en la isla?
—Efectivamente, la población ha crecido muchísimo y los equipamientos y servicios públicos no han podido ir tan rápido. Hay un desfase entre lo que ha crecido la población y lo que han podido crecer las infraestructuras necesarias para dotarla. Esa es una reflexión que la sociedad pitiusa se tiene que hacer, es decir, dónde están los límites. Yo creo que lo importante es garantizar que Ibiza mantenga sus valores, su riqueza natural y su atractivo que hace que todo el mundo desee ir a Ibiza para que podamos mantener nuestro desarrollo económico. Creo que cualquier persona que quiere continuar con un negocio quiere cuidarlo para que dure mucho. Y en el caso de Ibiza, todos vivimos de manera directa o indirecta de la industria turística y así lo queremos porque no tenemos alternativa. La reflexión que debemos hacer todo es: ¿qué modelo de turístico queremos? Y en ese sentido las administraciones están haciendo un esfuerzo por desestacionalizar para repartir la llegada de turistas durante todo el año y no concentrarla tanto, y que tengamos un turismo más ordenado que permita garantizar la conservación de Ibiza.

—¿Cuántos municipios de Ibiza se pueden abastecer con agua desalada?
—Con Santa Eulària y Sant Joan ya todos los municipios están abastecidos con agua desalada pero de manera desigual. San Antonio y Vila principalmente se suministran por la desaladora, sobre todo en verano, Sant Josep ha empezado a recibir agua desalada pero la estructura de suministro todavía está en la fase de finalización para poder conectarse definitivamente con el anillo de interconexión. Con lo cual, su fuente principal ahora mismo son los pozos. Sant Joan ha cambiado el modelo y lo celebramos, el 75% de su agua será desalada y Santa Eulària ha empezado con un 22%. Esperamos que se convierta en el recurso principal lo antes posible. No hay que olvidar que tanto los acuíferos de estos dos municipios no están sobreexplotados, pero creemos que hay que conservarlos para que no ocurra lo mismo que en el sur de la isla. Pero si ponemos en funcionamiento las tres desaladoras que tenemos podríamos abastecer durante todo el año a toda la población de Ibiza. Así, los acuíferos serían las reservas de agua que tendríamos para determinados momentos del verano y el resto del año se vayan recuperando. El segundo problema que tendremos que abordar es el abastecimiento humano en suelo rústico. Las demandas de agua en rústico son muy elevadas por toda la demanda que hay en jardines en suelo rústico. Y ese agua en suelo rústico se consume de pozo porque no están conectados a la red. Hay que reducir la demanda de agua en suelo rústico para que no sea otro elemento de sobreexplotación. En este sentido creemos que el Plan Territorial Insular (PTI) es una buena herramienta para regular el consumo en suelo rústico y, además, hay que ampliar la inspección. Creo que solo hay dos inspectores del Govern balear y si no hay inspección no sabemos cuánto se consume en suelo rústico.

—¿Qué les parece que Gesa-Endesa haya utilizado agua de pozo para suministrar la central eléctrica?
—Es otro claro ejemplo a mejorar en el ciclo del agua, ya que el servicio municipal del agua no podía abastecer y la empresa tuvo que abastecerse con camiones cisterna. Eso nos hace pensar dos cuestiones clave: en primer lugar, que el agua es un bien escaso, ya se ha visto que no había agua para la central eléctrica; y, en segundo lugar, entendemos que un uso industrial como el que hace la central eléctrica tiene que dotarse de agua que no sea para consumo humano. Creemos que tiene que ser a través de agua depurada que se reutilice o, como finalmente parece que se hará, de agua desalada. En cualquier caso, nos parecía que lo que no podía permitirse es que se cogiera agua de pozo para una central eléctrica de uso industrial, porque habría supuesto otra presión añadida más para los acuíferos.