Joan, de la Asociación de Vecinos de Es Pratet, se pasó la mañana del sábado sacando el agua del local, un día después de las lluvias. | MOHAMED CHENDRI

Cada vez que hay lluvias torrenciales o, simplemente, cae agua en grandes cantidades ocurre lo mismo en el barrio de Es Pratet. Tanto los establecimientos como las calles quedan completamente inundadas, tanto que se podría realizar paddle surf, como se ha visto en diferentes vídeos que han circulado por las redes sociales durante estos días. Carmen Cárcel, presidenta de la Asociación de Vecinos de Es Pratet y propietaria de la pastelería ‘Bon Gust’, explicó que «el problema que tiene el tramo de la calle Pedro Francés es que toda el agua que baja del aeropuerto hacia abajo, pasando por Cas Serres, Can Cifre, Cases Barates, Can Cantó, Figueretes, Platja d’en Bossa, termina en este barrio. Y el problema es que como se ha hecho aquí el párking de Es Pratet el agua ya no llega hasta las feixes, así que cuando hay lluvias torrenciales todo se inunda y colapsa, porque el agua no tiene por donde salir». Al problema del párking hay que añadir la estructura del mismo, con las paredes que se construyeron, para que el agua no entrara dentro de la zona de aparcamiento. Como no tiene por donde salir ni como llegar a las feixes, acaba entrando en los establecimientos de Es Pratet e inundando las calles, lo que dificulta además el tráfico.
El viernes, al poco tiempo de que empezara a llover, toda la panadería estaba inundada. «Hasta las 13:30 horas estuve sin luz y ni siquiera podía abrir la puerta porque con la que caía de agua se me habría llenado todo mucho más. Con las puertas cerradas y con barreras esto se queda todo inundado. Estuvimos recogiendo agua hasta las 14:30 horas porque las alcantarillas tampoco tragan bien el agua», lamentó Carmen. Preguntada sobre si el Ayuntamiento de Vila había ofrecido alguna solución a este problema, Carmen explicó que «el Consistorio defiende que las obras que se están haciendo en el puerto ayudarán a que el agua se recoja pero yo digo que no, porque el agua que nos afecta es el que viene de arriba, no de abajo. Entonces allí recogerán las aguas del puerto pero no pueden recoger estas porque no tienen salida. Si tuvieran salida para bajar sí que irían a parar allí dentro pero lamentablemente se quedan aquí atascadas». Para Carmen, el problema se podría solucionar si las obras que se están haciendo en el puerto se hiciera en el cinturón de ronda de Juan 23 o en la entrada del Hospital Can Misses, mientras que las obras que se están haciendo en el puerto, insistió, «no nos afectarán absolutamente para nada». Joan lleva más de 50 años viviendo en el barrio de Es Pratet. Toda la mañana del sábado la dedicó a sacar el agua que había inundado el local de la Asociación de Vecinos. Igual que Carmen, cree que la única solución para que las calles, tiendas, locales y comercios del barrio no se llenen de agua con las lluvias torrenciales es darle una salida hacia el lugar de ses feixes, por ejemplo con una tubería debajo de las carreteras, ya que el actual diseño de la zona convierte Es Pratet en una ratonera.

Según se podía ver en las imágenes que los vecinos nos mostraron, el diseño de las infraestructuras no está hecho para acoger las lluvias torrenciales. La gran cantidad de paredes elevadas, sobre todo, las que rodean el párking, hacen imposible la salida del agua, inundando el barrio por completo. Al no haber ninguna otra alternativa, el diseño urbanístico hace imposible que ésta llegue a ses feixes, lo que ocasiona molestias a los vecinos en días lluviosos como los que hubo el pasado viernes.