El pasado 31 de julio los taxistas de Baleares secundaron el paro de entre las 9.00 y las 14.00 horas para mostrar su apoyo a las organizaciones estatales contra la concesión de nuevas licencias VTC y para reclamar que se transfieran las competencias a las autonomías y a los ayuntamientos. | M. À. Cañellas

Los taxistas de Mallorca no montarán ninguna empresa de Vehículos de Transporte con Conductor (VTC) para competir con Uber y Cabify en caso de que estas plataformas internacionales se lleguen a instalar en las Islas. La empresa Balear de Servicios Discrecionales SLU, cuyo administrador único es Gabriel Moragues, presidente de la Asociación Sindical de Autónomos del Taxi de Mallorca, renunció este lunes a sus 700 licencias de VTC ante la Direcció General de Mobilitat i Transports.

Estas licencias no se pueden otorgar a ninguna otra empresa, dijo Moragues, quien recordó que «jamás se han llegado a poner en marcha». El motivo de esta renuncia es su confianza en que no prosperen las 260 autorizaciones de licencia para VTC solicitadas por Ares Capital SA, empresa con sede en Madrid y que sí las vendería a Uber y Cabify.

En estos momentos los servicios jurídicos de la Conselleria de Territori, Energia i Mobilitat están analizando la documentación presentada por Ares Capital para evitar la denegación definitiva. A principios del pasado mes de agosto la Conselleria inició el proceso para denegar estas 260 autorizaciones solicitadas por Ares Capital SA, tras finalizar el plazo de presentación de alegaciones y constatarse que se había producido un nuevo fallo en la documentación presentada por la empresa. Sin embargo, la compañía recurrió dentro del plazo establecido -que finalizaba el pasado 3 de septiembre- y la Conselleria deberá dictar una resolución una vez estudiada esta documentación. Fuentes de la Conselleria indicaron que, por el momento, no se ha tomado ninguna decisión y que todavía se está analizando la documentación.