El Centre d’Interpretació d’Es Amunts ha organizado mañana por la mañana junto al GEN-GOB un itinerario guíado para conocer a una de las aves más emblemáticas de Ibiza, el Halcón de Eleonora, tambien conocido como Falcó Marí.

El encargado de conducir la actividad será Jordi Serapio. El educador ambiental del centro de Sant Llorenç explicó ayer a Periódico de Ibiza y Formentera que se trata de una de las tres representantes del género en Ibiza junto al Halcón peregrino y el Xoriguer. Según Seo Bird Life es un ave con una longitud media de entre 35 y 44 centímetros y una envergadura de entre 84 y 103 centímetros que destaca por su aspecto estilizado y por tener varias fases de plumaje que nada tienen que ver con el sexo, ya que machos y hembras se diferencian, además de por su tamaño, por tener la cera del pico y el anillo ocular de diferente color.

Una especie muy singular

Se trata, según Serapio, de una especie muy singular por distintos aspectos. Uno de ellos es que se reproduce «única y exclusivamente» en islotes escarpados y acantilados litorales. Por ello, en Ibiza hay una población muy abundante en la parte sur del islote de Tagomago, «con varias decenas de parejas», Es Vedrà y Es Vedranell, Es Amunts y el islote de Ses Margalides, «donde también hay censadas varias parejas cada año».

Aquí, el Halcón de Eloanora se cría en colonia, algo que tampoco es común entre las aves rapaces. Según el educador ambiental de Es Amunts, por ejemplo, el Halcón peregrino escoge su pareja y la defiende de otros animales, mientras que ésta «decide vivir y criarse en grupos muy grandes como una clara estrategia de supervivencia».

Además, pasa en Ibiza la temporada estival, llegando los primeros ejemplares a finales del mes de abril y marchándose los últimos a finales de octubre. Durante este tiempo llevan a cabo su ciclo reproductor, «que se inicia a finales de julio y principios de agosto, siendo el más tardío de entre las especies de su entorno». Algo que también se debe, según Serapio, «a otra elaborada estrategia de supervivencia», ya que es un ave «que sin hacer ningún nido seleciona una pequeña cueva o una repisa de un acantilado para depositar dos o tres huevos de color blanco rosado con numerosas motas pardas que serán incubados por la hembra». Finalmente tras unos 28 días en los que el macho nutre a su familia, «la hembra pare normalmente a finales de agosto o principios de septiembre» . Una fecha que coincide justo con el momento culminante de la migración de millones de pequeñas y medianas aves por las costas e islas mediterráneas y norteafricanas que acaban siendo una fuente inagotable de alimento para unas crías que, tras 35 o 40 días, completan su desarrollo».

Tras este proceso, el Halcón de Eloanora se marcha para pasar el invierno en la isla de Madagascar, «siendo la única que se conoce que haga esto ya que otras aves migratorias subsaharianas, como las golondrinas, escogen un área más amplia de África como Kenia, Ghana o Zambia para vivir entre hipopótamos o jirafas».

El cómo llega hasta allí desde Ibiza también la convierte en una especie única en el mundo. Según asegura Jordi Serapio «hasta hace poco se pensaba que lo hacían bordeando el Mediterráneo y siguiendo posteriormente el curso del río Nilo, pero gracias a un proyecto en el que participó Baleares y que consistió en la colocación de unos transmisores vía satélite en algunos ejemplares, se ha comprobado que lo hacen en línea recta, cruzando el desierto del Sáhara, con el peligro que eso conlleva para un ave de tan pequeño tamaño».