Vicent Torres en su mesa de trabajo donde desarrolla habitualmente su actividad. Fotos: MARCELO SASTRE | MARCELO SASTRE

Su familia siempre ha trabajado en el sector turístico. Vicent Torres ‘Benet’ (Eivissa, 1961), dice que en el negocio cuentan con huéspedes que se han convertido en amigos. Como en la mayoría de establecimientos familiares de segunda y tercera generación. Tal vez sea por ello que hable de la necesidad de alargar la temporada y conseguir unos meses de verano con menos masificación. Un turismo más «amable», que deje un impacto más sostenible y que no merme los recursos de la isla, que son limitados. Indica que para conseguirlo también tenemos que cambiar la imagen de la isla. Aquí no vale todo.

— ¿Qué resultados han dado las inspecciones en busca de pisos turísticos ilegales de este verano?

—Este año pusimos en marcha una serie de procedimientos conjuntos con los ayuntamientos. Algo que surgió de un protocolo que se acordó con los consistorios y nos ha servido para que las inspecciones fuesen más efectivas. A veces nos encontrábamos con que no nos dejaban entrar, el inspector no podía comprobar que de verdad se estaba haciendo un uso indebido turístico, y al ir acompañado de un policía local ha sido más efectivo. Tenemos un resultado muy positivo y a estas alturas de años estamos muy por encima de lo que se hizo el año pasado. A final de temporada creo que podremos dar unas cifras muy buenas.

—¿Pero hay cifras actualizadas?

—Sí, si comparamos con el año pasado, el número de diligencias previas que se abrieron fueron 344. Conforme a los últimos datos íbamos por las 325. De estas, 150 son de pisos turísticos, cuando el año pasado el total fueron 166. Quiero decir, el trabajo con alojamiento irregular es muy superior. Hay que decir que hay mucho trabajo todavía, que no ha acabado en una diligencia previa, pero el trabajo está allí. No es ver una infracción e iniciar una diligencia. Tiene que haber un trabajo previo de investigación. Por tanto la línea es ascendente.

—¿El correo electrónico de colaboración ciudadana ha dado buenos resultados este verano?

—Mucho mejores que el año pasado. Al principio, cuando se puso en marcha este email donde cualquier ciudadano puede denunciar casos que considere que son de alojamiento indebido, se convirtió un poco en un decir: «bueno, mi vecino me molesta, voy a aprovechar el mail». Este año ha sido más efectivo. Y esto nos ha servido para reunir estas denuncias y preparar las acciones conjuntas que hemos hecho con los ayuntamientos. Estas visitas conjuntas se han centrado más en ciertas zonas porque es donde hay mayor volumen de denuncias.

—¿Hay ciudadanos que dicen que no se les contesta?

—Es algo que se lee en redes sociales, sí. El espíritu de este mail era de anonimato. Porque había gente que no quería denunciar si tenía que dar su nombre, y se creó un poco para que se preservara el anonimato. Evidentemente, si la persona quiere saber información sobre su denuncia, la puede pedir. O si desde el momento cero se quiere identificar y decir que quiere estar al corriente de la evolución de su denuncia, también lo puede hacer. Pero hay mucha gente que prefiere más el anonimato. Además nuestros inspectores hacen una labor muy buena de búsqueda a través de las plataformas digitales y redes. Pero no siempre esta búsqueda sale con resultado positivo. Hay direcciones falsas, nombres desconocidos, y es difícil llegar a esa propiedad en particular. En cambio si la denuncia viene con nombres y apellidos es más fácil.

—El alquiler de pisos a veces se plantea como una opción más económica frente a los hoteles, ¿son caros los hoteles de Ibiza?

—En Ibiza tenemos una amplia oferta. Son caros si vas a una categoría superior por lo que ofrecen. Pero si vas a establecimientos de una categoría inferior es mucho más asequible. Y eso no significa que no sea una oferta también de buena calidad. Este año por ejemplo se nos ha comparado mucho con Mikonos. Si haces una búsqueda en booking o una plataforma similar, verás que tampoco hay una diferencia tan grande de precios. Recuerdo en una feria turística que un operador en particular nos trajo una comparativa de precios. Y se veía que Ibiza, sí que es cierto que es uno de los destinos con los precios más altos, pero no estamos tan lejos de nuestros competidores como es por ejemplo Grecia o acercándonos un poco Mallorca. El tópico este de Ibiza es caro, Ibiza es diferente, lo sabemos. Si vas a un hotel de categoría superior puede que sea más caro que un hotel de la misma categoría de otra zona. Pero es algo que depende mucho del producto, de la ubicación… hay muchos factores.

—Muchos hoteleros se quejan de que la ecotasa penaliza un poco el destino, ¿se va a mantener esta subida de la ecotasa?

—El debate sobre el impuesto turístico yo creo que es más interno que externo. Ya son muchos los sitios en los que se está cobrando este impuesto turístico y creo que existe la cultura de este impuesto. Este año se dobló y nosotros desde el Consell de Ibiza no estábamos totalmente de acuerdo en que se doblara. Propusimos alternativas. Pero es una Comunidad en la que estamos representadas varias islas y al final se decidió doblar el impuesto. No creo que haya una gran queja por parte de los turistas. Quizá hay desinformación, y de ahí viene la queja. Desinformación tanto a nivel local como a nivel turístico. En esto se está trabajando. Desde la agencia de turismo balear, que es la que gestiona en este momento la recaudación del impuesto, se editó un folleto a principios de esta temporada donde se especifica dónde se destinó lo recaudado en las campañas 2016 y 2017. Nosotros hicimos como Consell Insular una presentación en Alemania en el mercado de la ITB de Berlín, con una explicación de a dónde fue la recaudación del año anterior.

—¿Y a dónde fue a parar?

—En particular, en nuestra isla, dos líneas que hay que tener muy en cuenta: los proyectos directos que presenta el Consell o los ayuntamiento a través de la Felib (Federación de entidades locales de las Illes Balears) y los proyectos del Govern. Porque este impuesto se aplica a proyectos globales que luego se territorializan. Por ejemplo hubo varios proyectos de agricultura en ayudas para conservar el paisaje rural, otro de protección de invasiones para proteger nuestro paraje natural, que no dejan de ser atractivos turísticos. Luego hay un reparto por islas. En este caso si el Govern Balear presenta un proyecto de un millón de euros y a nosotros nos corresponden 300.000 euros, esto suma al total, y esto a veces pasa desapercibido. El Govern tenía proyectos muy importantes, algunos de los cuales ya se están desarrollando, que a lo mejor no son tan tangibles, pero que son muy necesarios.

—¿Cuántos turistas han fallecido este verano?

—Datos totales, son los que salen en prensa. De hecho vemos que hay accidentes de todo tipo. A veces son consecuencia de tráfico, consumo de drogas o consumo de alcohol. La cifra, sea más alta o más baja, es desafortunada y no debería existir. Estamos ante un problema serio y un problema cultural. Ciertos turistas tienen esa imagen de que en Ibiza vale todo, está muy arraigado, y eso es lo que tenemos que cambiar. En ibiza no vale todo. Hay unas normas, unos hábitos y unas costumbres que todo el mundo tiene que respetar. Desde la Delegación del Gobierno se trabaja en un código de buenas prácticas, que es un muy buen trabajo, al que se invita a todos los empresarios a que se sumen. Pienso que puede ser un inicio. Pero nos lo tenemos que creer. Hay un cierto sector del turismo con el que hay que trabajar con orden. Hay que poner fuerzas de seguridad para hacerlo cumplir.

—¿Se trabaja con los países de origen?

— En breve habrá unas jornadas que organiza el centro de Baleares Europa en las que se van a tratar temas como el consumo de alcohol a bordo o el consumo de alcohol en destino. Leemos continuamente en prensa que un avión ha tenido que ser desviado, que si había problemas en el avión… desafortunadamente todos vienen del mismo origen.

—¿Reino Unido?

—Sí. Tenemos que trabajar mucho y sé que el consulado británico está por la labor de hacer cosas para intentar cambiar la imagen.

—¿Se trabaja en la idea de poner un cupo de visitantes a la isla de Ibiza?

—Estamos trabajando ahora mismo en la elaboración del Plan de Intervención en Ámbitos Turísticos (PIAT) que nos marca la Ley Turística. Es un documento complejo y un proceso largo. De hecho Mallorca, que lo tenía más avanzado porque lo iniciaron en la anterior legislatura, ha conseguido aprobar su fase inicial hace poco tiempo. Son este tipo de documentos con los que hay que marcar estos topes. Existe un crecimiento natural inevitable, pero sí que tenemos que controlar el tema del crecimiento en zonas turísticas. Y si hay zonas que en este momento está saturadas hay que detectarlas. Pero tenemos que tener la valentía de ponerlo encima de la mesa. Hay un estudio que elaboró la Fundación por la Preservación de Ibiza (IPF) que para mí es un trabajo muy bueno. Yo lo tengo siempre muy presente porque nos da unos datos muy importantes. La capacidad de carga que tiene la isla de Ibiza en este momento es una cosa de la que se tiene que hablar, hay que discutir y consensuar hacia dónde podemos ir. No podemos seguir creciendo porque nuestro territorio es limitado y los recursos son los que son. Por tanto este de debate es importante y habrá que abrirlo.

—¿Y cupo de acceso de vehículos?

—Hay normas europeas que limitan ciertas actuaciones en ese sentido, y eso complica este tema. Hay un proyecto en Formentera y el Parlament Balear en breve lo va a aprobar previsiblemente. Una vez que tengamos como ejemplo lo que va a pasar en Formentera, podremos hablar de que posibilidades hay de trasladarlo aquí. Hay temas que sí se pueden controlar dado que la ley turística es una ley muy liberalizadora. En el caso de los rent a car, sobre los que tenemos cierto control, no establece límites, porque no se puede, pero a lo mejor sí requisitos. Y el hecho de que a lo mejor podamos trabajar un poco más este aspecto puede significar un límite al número de coches de alquiler que llegan a la isla, a lo mejor de forma un poco descontrolada.

—Hágame una valoración de la temporada

—Tenemos datos a día de hoy con los que vemos que en Julio y Agosto ha habido un descenso, y tenemos cifras de lo que ha sido el inicio de la temporada muy favorables. Frontur, en un reciente estudio reflejaba los datos a final de julio con un descenso este mes, pero en el acumulado había un aumento. Si lo comparamos con otros destinos, otras zonas de costa en la península que son competidoras nuestras tenían un descenso de hasta 6 puntos. Si nos basamos en las cifras de llegadas de pasajeros o de ocupación hotelera, vemos ese descenso en agosto, pero un incremento en temporada baja y el acumulado. No podemos seguir batiendo records. Tenemos que hablar de alargar la temporada turística y sobre todo que el pico de julio y agosto no sea tan fuerte. Este año lo hemos conseguido. No tenemos cifras, pero sabemos que la oferta en alojamiento irregular ha descendido, algo que se deduce de estudios de algunas asociaciones. La oferta ha bajado. Y ese puede ser uno de los motivos por los que ha bajado el número de visitantes, sobre todo de llegadas. Hay que seguir trabajando, vamos a mantener lo que tenemos, no podemos bajar la guardia porque la ocupación no tiene que bajar. El turismo es nuestra principal industria. Pero hay que trabajar para que los meses de inicio y final de año tengan una mayor ocupación.