Imagen del Comité de Honor al que no pudieron acudir el Rey Felipe VI, Francina Armengol y Margarita Robles por temas de agenda.

Las segundas jornadas técnicas ‘Inteligencia y Emergencias’, que organiza la Asociación Española de Lucha Contra el Fuego (ASELF), contaron ayer con la presencia de Vicent Torres, presidente del Consell d’Eivissa, quien dijo que es un «lujo» para la isla acoger unas jornadas que cuentan con un elevado nivel de expertos.

Torres quiso destacar el «gran» trabajo que se hace en España a la hora de gestionar y abordar diferentes situaciones de «diferente índole». Se refirió así a temas de ciberseguridad, ayuda humanitaria en grandes catástrofes o la repercusión global de las redes sociales, entre otros; temas que se abordan desde ayer en el Palacio de Congresos de Santa Eulària.

En este sentido, el presidente del Consell remarcó que «el intercambio de información y de puntos de vista aquí acabarán dando su fruto, más si cabe, en forma de nuevas ideas para mejorar los mecanismos de prevención en situaciones de emergencia».

Por su parte, Vicent Marí, alcalde del municipio que acoge las jornadas, recordó que Santa Eulària «está comprometido con la seguridad, prevención y atención a sus vecinos». Según dijo, el compromiso del Ayuntamiento es lo que se espera de una administración pública que «vela» por el bienestar de sus vecinos.

Marí destacó que su municipio ha sido «pionero» en impulsar planes de autoprotección en urbanizaciones que, aunque estén ubicadas en zonas urbanas, «se sitúan junto a zonas boscosas con alto índice de peligrosidad, lo que supone un alto riesgo de incendio».

El alcalde no quiso pasar por alto el hecho de que «cuanto más preparados estemos para intervenir y gestionar situaciones difíciles, más seguros estamos y esa seguridad es un valor que no podemos dejar de reseñar».

Asimismo, recalcó que no es de recibo acordarse de los servicios de emergencia y de extinción «solo cuando los necesitamos».

Datos

La conferencia inaugural dejó claro lo importante que es trabajar en prevención con el objetivo de dar una mayor protección. Y es que, según señalaron los expertos en la materia, «las posibilidades de morir por un atentado terrorista son menores que las de morir por riesgos medioambientales».

Los datos son claros. En los últimos 16 años han perdido la vida 650 personas, en Europa, a razón del terrorismo islámico; 1.700 en todo el mundo. Sin embargo, el exceso de emisiones de óxido de nitrógeno (diesel) es responsable de 5.000 muertes en Europa al año.

Otro ejemplo que pusieron en el primer día de las jornadas es que, en nuestro país, hay menos de 1.000 homicidios al año; «en 2016, el informe de la Unión Europea señaló que por inhalación de CO2 mueren 30.000 personas al año en España, siendo casi medio millón en Europa».

Varios estudios confirman que las dos fuentes más importantes de riesgo catastrófico son el terrorismo y el cambio climático. «Nosotros pensamos que reducir el riesgo del terrorismo produce efectos significativos a corto plazo. En cambio, reducir el cambio climático y, con ello, las catástrofes naturales parece que no nos afecta directamente».

Los expertos matizaron que los daños naturales, «a menudo», están ligados a la corrupción público-privada y a la especulación urbanística. «Recordemos la decisión de construir una central nuclear barata en Fukushima para ocultar desvíos de presupuesto público delante de un océano acostumbrado a tsunamis y maremotos».

Por ello, todos coincidieron en que cuanta más seguridad haya en un país, mayor seguridad se ofrecerá a sus vecinos y turistas. Respecto a estos últimos, cabe recordar que España es la segunda potencia turística de Europa con más de 78 millones de turistas extranjeros al año, lo que aporta el 10% del PIB.

«El turismo puede cambiar de opinión tanto si ve que la gente se muere por armas de fuego, accidentes de tráfico, plagas o enfermedades contagiosas. Los turistas quieren seguridad y esta seguridad es la torre de España».