Imagen del momento en el que los agentes y personal del puerto de Sant Antoni trasladaban el cadáver de un hombre ahogado el pasado mes de julio. | DANIEL ESPINOSA - Archivo

Domingo 1 de julio. Un niño de 4 años fallece ahogado en la piscina de un hotel de Sant Antoni en el que se alojaba junto a su familia. 69 días después, el 7 de septiembre, una joven británica de 28 años fallecía en Can Misses tras sufrir un ahogamiento en la piscina de un hotel de Vila. Entre estas dos muertes se contabilizaron otras diez.

Estas doce muertes representan más del 40 por ciento de las 28 personas fallecidas por ahogamiento en las Islas Baleares desde el 1 de enero al 30 de septiembre de este año.

Las muertes por ahogamiento en las Pitiusas, once en Ibiza y una en Formentera, se han concentrado en los meses de julio y agosto.

Cuatro de las muertes ocurrieron en piscinas y las ocho restantes en el mar, según los datos recopilados por este medio.

Balance nacional

Por su parte, la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo hizo público ayer el balance provisional de su informe nacional de ahogamientos. En España, un total de 302 personas han muerto ahogadas en los nueve primeros meses del año y de ellas 210 fallecieron en verano, lo que supone un 21,6 por ciento menos que en el periodo estival de 2017.

La cifra de fallecidos por ahogamiento hasta el 30 de septiembre (302) también ha bajado en relación con el mismo periodo de 2017, que a esas alturas de año registró 409 ahogados, es decir, 107 personas menos han muerto ahogadas en lo que va de año (un 26,1 por ciento menos).

Agosto fue el mes con más ahogados, con 65, seguido de julio, con 60, septiembre con 51, y junio con 34, según detalla el informe presentado en la sede del Comité Olímpico Español (COE).

Los 51 fallecidos del pasado mes lo convierten en el peor septiembre de los últimos cuatro años: en el de 2015 hubo 47 ahogados, en el de 2016 murieron 36 personas y en el del año pasado se registraron 32.

La responsable del informe, Jessica Pino, subrayó que la disminución en la cifra de ahogados se debe en gran parte al retraso en el uso de los espacios acuáticos por el mal tiempo que se ha dado en los primeros meses de 2018.

Pino hizo hincapié en que se debe esperar al recuento global del año, ya que, según recordó, el informe se viene realizado desde hace cuatro años y el número de ahogados ha ido en aumento, año tras año.