El remolcador Marta Mata, de 40 metros de eslora, atracado en el puerto de San Antonio este verano.

La crisis migratoria en el Estrecho ha obligado a movilizar al buque de Salvamento Marítimo que operaba en aguas pitiusas, el Guardamar Calíope. En su lugar, el remolcador itinerante Marta Mata se desplazó hasta Ibizael 4 de julio para paliar su ausencia. A mediados de julio se desplazaba a Sant Antonio para atender la emergencia del Harmonya.

Entre otras medidas de prevención y apoyo, Salvamento Marítimo (SM) es el organismo responsable del salvamento de la vida humana en la mar, así como de la lucha contra el vertido de hidrocarburos.

El Marta Mata es uno de los 14 buques que constituyen la flota de SM. Fue construido hace 10 años en el astillero de Valencia y sus 40 metros de eslora, y cinco de calado, albergan una imponente potencia de 3.600 kW (5.092 caballos). Su capitán, Imanol Uribe-Echevarría, cambió el trabajo en buques de mercancías peligrosas y cargueros para entrar en SM, antes llamado Remolques Marítimos. Lleva 12 años en la casa y ascendió a Capitán hace seis años.

Este año Miquel Chicón cumple 40 años desde su primer embarque, 22 como jefe de SM de Balears. Parte de su vida laboral se ha desarrollado en la Pitiusas y sabe que «cada verano el tráfico aumenta de forma exponencial. Como consecuencia, aumenta el número de incidentes». En Pitiusas hay entre 180 y 190 incidentes al año «y alguna vez se ha llegado a los 200. Con respecto al resto de Baleares hablamos de entorno a un 30% más»

Vida a bordo

A bordo el tiempo concurre de forma distinta con respecto al resto del mundo terrestre. El reloj del puente marca la hora según UTC, el tiempo universal coordinado. El capitán atiende al Periódico de Ibiza y Formentera en las dependencias del barco donde los 10 tripulantes viven todo el mes, las 24 horas al día de guardia; ya que, «las emergencias no tiene hora», como bien explica Uribe-Echevarría, y solo pueden salir no más del tiempo máximo de respuesta en caso de recibir un aviso, 20 minutos.

El equipo se compone del capitán, el primer oficial, el contramaestre y dos marineros. Y en la zona de máquinas, el jefe de máquinas, el primero de máquinas, el electricista y el engrasador. El responsable de las maniobras es el capitán, quien gestiona, da las órdenes y recibe la llamadas de emergencia desde la torre, algo que requiere una exquisita coordinación. De las rutinas, además de la limpieza y de disponer de zonas de ocio (sala de estar o gimnasio), «hacemos mantenimiento constante de los equipos, para que la tripulación este familiarizada con ellos. Se van rotando, formando y es un trabajo que requiere iniciativa y capacidad de acción. Se requiere un plus para trabajar en SM».

Embarcación

El remolcador dispone de 60 metros de cable y funciona gracias a un sistema de 4 bombas hidráulicas que permiten arrastrar tonelajes sin límite. Como el caso de «un gasero que se quedó a la deriva cerca de Menorca. Tenía una eslora de más de 200 metros y además estaba cargado. Fue remolcado hasta Barcelona por el Marta Mata», relata Miquel Chicón. Además, el barco dispone de los cañones contraincendios y puede suministrar aceite, combustible, corriente eléctrica, aire a presión y agua dulce a otras embarcaciones. Por ejemplo para el caso del Sorrento, expone Chicón «había una empresa contratada para remolcar el buque, pero a su vez debíamos suministrarle combustible y para ello teníamos que abarloarnos al remolcador. Son operaciones muy complejas».

Uno de los elementos más peculiares es el puente del Marta Mata. Dispone de dos, uno para maniobrar en proa, para la navegación, y otro en popa, para las maniobras de remolque. No hay timón, sino dos propulsores simultáneos que funcionan a 360º. Por lo demás, dispone de todos los dispositivos de última generación necesarios para la navegación; comunicaciones, radar, cartas, cámaras para controlar la cubierta y un largo etcétera.

Procedimientos

En caso de emergencia, el capitán recibe la comunicación desde el Centro de Coordinación de Salvamento en Palma. Las llamadas pueden llegar de varias maneras, a través de las radiocomunicaciones propias del barco, a través del 112, llamadas directas o incluso «personas que agitan los brazos». El Centro de Coordinación informa de la localización, la embarcación y el tipo de emergencia. «Esto último es importante conocerlo para ir preparando lo necesario mientras nos dirigimos al lugar de la emergencia», señala el capitán.

Asimismo, SM dispone de otras interesantes herramientas, como la empleada para encontrar al desaparecido que navegaba desde Salou y apareció muerto en Mallorca en mayo de 2018. «Toda esa operación de búsqueda se realiza con unos cálculos. Nosotros tenemos en el Centro de Coordinación unos programas que calculan corrientes y vientos que se han producido y se van a producir. A partir de ahí acotamos medios y pautas de búsqueda en función de probabilidades con los datos disponibles», aclara el capitán.

Emergencias

Las emergencias más atendidas en Pitiusas son embarcaciones a la deriva por fallo mecánico o embarrancadas, «debidas a un mar con mucho bajo». Entre otros casos atendidos por el Marta Mata, se encuentran el del Don Pedro o el Sorrento, el buque de Trasmediterránea que ardió en 2015 en aguas pitiusas. «El Marta Mata estuvo refrescando el casco del Sorrento con los cañones para que luego los técnicos pudieran proceder a subir a bordo y dimos apoyo al remolcador», explica Chicón, que añade que se dio un procedimiento parecido en el Harmonya y el velero. Mitigar un incendio en una embarcación es una labor difícil debido a la gran velocidad a la que se propaga el fuego, por lo que «es importante tratar de extinguirlo lo antes posible con los propios medios de los que dispone el barco porque los materiales de los barcos son altamente inflamables», recalca Chicón.

Los casos de hombre al agua no son habituales en Ibiza, «afortunadamente. Hay un caso de un hombre que atendimos en aguas francesas. La última vez que lo vio su compañero fue seis horas antes. Encontramos al hombre vivo, gracias a que se dio flotabilidad con un cubo. Mucha suerte tuvo, porque en el mar, con que el agua este a menos de 35º ya mueres de hipotermia en pocas horas».

Consejos

Además de relatarnos su basta experiencia en al Mediterráneo Occidental, los protectores de la vida en el mar lanzan varios consejos, para los que la prevención es el principio clave. El radiogoniómetro «capta las señales de las radiobalizas que se conectan cuando alguien ha tenido que abandonar la embarcación», de ahí la importancia de disponer de este elemento.

En navegación nocturna aconsejan el chaleco con luz estroboscópica, ya que «con esta luz podemos localizar a las personas a 3 y 4 millas de distancia. Son diferencias que te salvan la vida, directamente». Por lo demás, «lo más importante es prevenir. Tener el barco ‘a son de mar’, y apagar motores y llamar a SM si hay algún problema». Medidas que, en un medio «tan placentero como hostil; marcan la diferencia», concluye el jefe de Salvamento Martítimo en Balears.