Un año y medio de prisión y una multa de 39.339 euros. Es la condena impuesta ayer por la titular del juzgado de lo Penal número 1 de Ibiza, Clara Ramírez de Arellano, a un vecino de Sant Antoni que fue sorprendido con más de ocho kilos de cannabis en su casa, sustancias destinadas a la venta a terceros.

La magistrada dictó la sentencia ‘in voce’ después de que el acusado reconociese los hechos ante el tribunal y ratificase el acuerdo de conformidad que previamente habían cerrado su representación legal y el Ministerio Fiscal.

El condenado, vecino de Sant Antoni de 57 años, no entrará en prisión ya que la pena de cárcel quedó en suspenso al carecer de antecedentes penales. En un principio la Fiscalía solicitaba una pena de 2 años de prisión y 70.000 euros de multa.

Escondida en una caja

Según el relato de los hechos, agentes de la Guardia Civil localizaron en las inmediaciones de la casa del encausado una caja que contenía «una sustancia vegetal herbácea seca-cogollos con un peso total de 8.460 gramos de cannabis con una riqueza del 18,2 por ciento y un valor en el mercado de 39.339 euros, sustancias que tenía para destinarlas a la venta de terceras personas».

En la propiedad localizada en el barrio de Can Tomás los agentes también intervinieron una suma de dinero que procedería de la venta de las sustancias estupefacientes.

Los hechos son constitutivos de un delito contra la salud pública en su modalidad de sustancias que no causan grave daño a la salud.

El vecino de Sant Antoni reconoció los hechos y aceptó el acuerdo de conformidad que suponía una rebaja sustancial de la cuantía de la multa y seis meses menos de prisión.

Los hechos ocurrieron en 2016 y la patrulla de la Guardia Civil descubrió las sustancias estupefacientes alertada por el olor que desprendían las plantas.