Momento en el que el el detenido declara en los juzgados de Ibiza. | Paco S. Pérez

Dos años de prisión y otros tantos de privación del carné de conducir. Es la condena impuesta ayer a J.F.A.M, de 38 años y natural de Sevilla, como autor de un homicidio imprudente por el atropello mortal de una mujer cuando circulaba bajo los efectos de las drogas. No obstante, el enjuiciado no entrará en la cárcel ya que la pena queda suspendida durante tres años con la condición de que el acusado se someta a un programa de desintoxicación de drogas.

La titular del juzgado de lo Penal número 2 de Ibiza, Martina Rodríguez, dictó la sentencia ‘in voce’ después de que el acusado reconociese los hechos ante el tribunal y ratificase el acuerdo de conformidad que previamente habían alcanzado la defensa y el Ministerio Fiscal.

La representante fiscal hizo hincapié en la obligatoriedad de que el condenado se someta a un programa de desintoxicación de drogas. La magistrada subrayó al acusado que la suspensión de su entrada en prisión será revocada si no cumple con las medidas.

El Ministerio Fiscal también solicitaba en su escrito de acusación una indemnización de más de 65.000 euros para los familiares de la víctima, una cantidad en concepto de responsabilidad civil. El acusado y la compañía de seguros tenían que indemnizar con 57.517 euros al viudo, y con 4.793 euros a dos de los cuatro hijos de la víctima.

Atropello mortal y positivo

El atropello mortal ocurrió la tarde del 12 de abril de 2014 en Sant Jordi, cuando el acusado circulaba con una furgoneta Nissan por la calle Montblanc.

Según el relato de los hechos, J.F.A.M, que conducía su furgoneta «tras haber consumido alcohol y bajo la influencia de cannabis, sustancias que disminuían notablemente sus facultades en orden al debido manejo y control del vehículo, perdió el control del vehículo al acceder a la calle rápidamente, impactando contra el bordillo del margen izquierdo de la vía y desviar su trayectoria hacia el bordillo de la acera opuesta», donde se encontraba Maria Boned, que fue atropellada mortalmente.

Dado el estado que presentaba el conductor, los agentes no pudieron realizar los test de alcohol y drogas en el escenario del accidente.

En su día, fuentes de la investigación señalaron que el hombre «no se negó a someterse al test, sino que no pudo hacerlo debido a la tensión y los nervios del momento».

Según el escrito, en el hospital se le tomó una muestra de orina que arrojó un resultado positivo en cannabis. Asimismo, se tomó una muestra de sangre que se remitió al Instituto de Ciencias Forenses de la Universidad de Santiago, que confirmó la presencia de 6,3 ng/ml de Tetrahidrocannabinol (THC).

Las reclamaciones sobre la validez de las pruebas de alcoholemia y de otras sustancias tóxicas dilataron la resolución del caso hasta el día de ayer.

Como consecuencia del atropello, Maria Boned, de 82 años, sufrió «rotura cardíaca traumática y destrucción de centros vitales que le causaron el fallecimiento».