Foto del grupo de las familias y los miembros de Aspanob que viajaron hasta Disneyland París a principios del mes de septiembre de este año.

La Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Baleares (ASPANOB) se creó en 1987 gracias a un grupo de padres que se unieron con la intención de trabajar para mejorar la calidad de vida de todos los niños y niñas de 0 a 18 años enfermos de cáncer de la comunidad y sus familias. Acaba de cumplir 31 años y desde entonces prácticamente todos los años han viajado hasta Disneyland París con sus pacientes, sus hermanos, monitores, médicos y algún padre que se quiera apuntar.

Este año no ha sido una excepción y el viaje ha tenido lugar del 3 al 7 de septiembre. Han participado 36 niños de todo Baleares, incluyendo tres de Ibiza. Según explicó Cristina Martín, educadora social de la asociación, «se trata de una actividad muy importante porque con ello se da atención y se reconoce la labor de los hermanos de los niños enfermos con cáncer que, desgraciadamente, sufren mucho psicológicamente al quedarse en un segundo plano durante el proceso de la enfermedad». De hecho, según Martín se les llama cariñosamente «los eternos olvidados» y desde Aspanob se les llega incluso a ayudar con clase de refuerzo escolar para que no pierdan el curso.

Por tanto, Martín asegura que este viaje a Disneyland Paris ha servido una vez más para reunificar a las familias. Es tan importante para la asociación que todos los años paga los billetes y la estancia en la capital francesa de los niños y sus hermanos gracias al dinero que se consigue a través de la solidaridad de la sociedad balear y de los eventos que se organizan de forma anual.

Cristina define este viaje como maravilloso. «Los niños disfrutan tanto que no se pone ninguno malo y nunca hemos tenido ninguna complicación a pesar de que son pequeños con una salud delicada», asegura con una gran sonrisa mientras confirma que el oncólogo pediátrico y la enfermera que les acompaña apenas se dedican a repartir y a proporcionar la medicación correspondiente a cada niño. Además, muchos de ellos viajan solos sin sus padres y eso les da cierta libertad. «Siempre cuento la anécdota que una vez, cuando un político preguntó a uno de nuestros niños donde se lo pasaba mejor, si en Port Aventura o en París, respondió que en aquel donde no fuera su madre».

«38 nuevos casos este año»

Este tipo de actividades siguen dando fuerza a todos los que forman parte de la familia de Aspanob, desde los monitores a los médicos y por supuesto, los padres, madres y hermanos de los niños que sufren esta enfermedad. De hecho, Cristina recordó una frase que siempre repite Eulalia Rubio, gerente y creadora de la asociación: «Ojalá Aspanob pueda cerrar algún día por falta de clientes».
Sin embargo y desgraciadamente este deseo parece lejos de hacerse realidad. La educadora social de Aspanob destaca que este año «está siendo complicado» porque han registrado 38 casos nuevos, 8 recaídas y 4 pérdidas de niños de Baleares de entre 0 y 18 años.
Además, «lo que es más inquietante y da más que pensar» es que se están detectando entre los menores tipos de cáncer que son más propios de los adultos. «Hasta hace unos años los más comunes eran la leucemia o los tumores cerebrales pero ahora hemos detectado cáncer de ovarios, testículos, riñón o pulmón y eso es muy preocupante». Incluso, cada vez hay más casos de bebés a los que prácticamente se les detecta desde que nacieron, como es el caso de una niña que pertenece a la asociación y que tiene apenas tres meses.

En este sentido Cristina Martín asegura que «hay que plantearse seriamente si todo el dinero que se destina a la investigación para acabar o detectar de forma precoz el cáncer está sirviendo para algo, porque, desgraciadamente nosotros en nuestra asociación no lo vemos». Lo mismo sucede con la prevención. «Aunque estamos rodeados de nuevas tecnologías, antenas o wifi, como no está comprobado que su uso esté directamente relacionado, nosotros no lo podemos prohibirlos y por eso nosotros en las charlas que damos en los colegios incidimos sobre todo en que se protejan del sol, tanto si es invierno como verano y si son blancos o morenos, que beban mucho agua y que coman mucha fruta y mucha verdura».