Imagen de archivo de una de las cabras abatidas a tiros por el Govern en febrero de 2016.

El Ayuntamiento de Sant Josep quiere que la erradicación de los 16 ejemplares de cabra que hay en el islote de es Vedrà sea «lo menos traumática y dolorosa posible» para los animales. Aún así, reconocen que al ser competencia del Govern balear y de la Direcció General d’Espais Naturals i Biodiversitat son ellos quienes «deben decidir y gestionar el cómo y el cuándo de la retirada».

En este sentido, matizaron que tienen constancia de que, desde hace tiempo», el Govern busca «fórmulas» para extraer las cabras del islote, ya que está demostrado que su coexistencia con las especies endémicas es inviable, más aún cuando estas también merecen protección.

Asimismo, desde el Consistorio no quisieron obviar la realidad de los propietarios. «Invocan una tradición que duró muchos años y que, en su momento, tuvo una razón de ser que creemos que a día de hoy se ha perdido». Y es que los islotes fueron durante un periodo de tiempo utilizados como corrales naturales donde se recogían los animales para su consumo, «nunca fueron reservas para preservarlos».

Por ello, Sant Josep recordó que, en la actualidad, «este tipo de ‘explotación ganadera’ ya no tiene sentido y los animales no disponen de ningún tipo de control sanitario ni atención veterinaria».

Actuaciones
Por su parte, el GEN mantiene su postura al entender que las cabras tienen que salir de es Vedrà y «no se puede retrasar más». Según explicó Juan Carlos Palerm, presidente de la organización ecologista, «lo que solicita el Govern es pedir al juez adelantarlo antes de que salga la sentencia, que es lo que hay que hacer». De momento, «hay una cautelar que nos impide actuar y es una necesidad eliminar el problema».

De este modo, Palerm no descarta que maten a tiros a la casi veintena de cabras que hay en el islote. «Queremos que se haga de la manera más rápida, como la última vez o de la manera que sea, pero inmediato», puntualizó.

De hecho, el GEN entiende que el Govern no ve otra manera para eliminar la presencia de cabras en es Vedrà. «A nosotros a tiros no nos parece mal. Se ha hecho mil veces en otros sitios como en Guadarrama, en la Sierra de Cazorla... porque la cabra, cuando se escapa, es un animal muy problemático». Además, quiso recordar que los propietarios han tenido dos años para sacar a los ejemplares de allí.

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El presidente de la organización ecologista insistió, también, en que la ley obliga a que las cabras que te lleves de una explotación ganadera tienen que estar en cuarentena durante al menos seis meses, lo que significa que no pueden dar leche ni carne. «Por eso es difícil que se encuentre una explotación que las quiera. Una cosa es decirlo y otra hacerlo; ya digo que han pasado dos años y nadie ha llegado con un sistema alternativo», argumentó Palerm.

Además, aseguró que mover a las cabras de forma legal «es complicado» y recordó que quien se haga cargo de ellas «tiene compromisos y obligaciones porque es necesario saber que no es lo mismo un refugio que una explotación». Para Palerm también es necesario tener en cuenta que es «muy difícil» que esas cabras adopten una conducta que les permita estar en un refugio porque «se van a escapar».

Pérdida de la flora
Un técnico de la empresa pública Tragsatec realizó una visita a es Vedrà el pasado 18 de mayo en el marco de una asistencia técnica solicitada por la Conselleria de Medi Ambient del Govern. Según explica este técnico en su informe, el objetivo de la visita era «evaluar el estado de la vegetación amenazada para el proyecto Font i Quer sobre conservación de la flora amenazada de las Pitiusas».

El informe señala que la vegetación de es Vedrà «continúa degradándose debido a la presencia de cabras asilvestradas», lo que está provocando la desaparición de diferentes especies vegetales como ocurrió en años anteriores.

El documento subraya que hay ejemplares centenarios de sabina que siguen siendo depredados por las cabras, lo que provoca que al estar debilitados «están expuestos a ataques de parásitos y plagas, observando algunos ejemplares ya muertos».

Aunque el documento concluye que se ha incrementado notablemente la cobertura vegetal, los expertos aseguran que hay signos «inequívocos y preocupantes» del incremento de la población de cabras. «Hay que llevar a cabo una extracción lo más rápido posible de toda la población de cabras del islote si no se quiere volver a la situación de degradación que había hace pocos años atrás».

Estas afirmaciones son compartidas por el GEN. «Está comprobado que las cabras acaban con la flora, aquí y en todos los sitios. La cabra está reconocida por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como el animal que más problemas provoca en el medio donde está», reiteró su presidente.

De momento, el Juzgado de Instrucción número 1 de Ibiza -donde se encuentra judicializada la matanza de es Vedrà desde que la asociación ASSAIB denunciara los hechos en 2016- es el encargado de responder a la petición de la abogacía de la Comunidad Autónoma para que se permita a la Conselleria de Medi Ambient actuar ante este problema.