El apicultor 'miqueler' Antonio Roig gana el primer premio en la categoría de miel de primavera | DANIEL ESPINOSA

Las narices asomaban sobre los botes, las puntas de las cucharillas tocaban timidamente las mieles que iban desde un color claro como el aceite de girasol a tonos marrones chocolate. El I Concurso de Mieles de las Islas Baleares se celebró ayer en un hotel de Ibiza, organizado por la Asociación de Apicultores de la isla, enmarcado en de las Jornadas Gastronómicas de Otoño IbizaSabor 2018.

En total se presentaron 60 muestras de miel, de las que 38 procedían de Ibiza, 10 de mallorca, 7 de menorca y 5 de Formentera. Cada apicultor podía presentar una muestra a cada una de las tres categorías valoradas: miel de primavera, miel de otoño y miel original.
De cada muestra se valoraban cuatro aspectos con una puntuación de cero a tres: color, aspecto, aroma y sabor.

En la categoría de miel de primavera, el primer premio fue para la muestra presentada por Antonio Roig Planells, apicultor de Sant Miquel de Balansat; el premio para la miel original recayó en Pau Garriga Campos, productor de Alaior (Menorca); mientras que el premio para la categoría de miel de otoño fue para Gabriel Coll Guasch, de Alaró (Mallorca).

El presidente de los apicultores ibicencos, Vicent Marí, recordaba que este concurso suponía coger el relevo de la Feria y concurso de mieles de Lluví, en Mallorca, el único que se hacía a nivel de todas las islas, y que cesó su actividad hace dos años. Además indicaba la importancia de preservar este concurso, que fomenta la producción de miel de Balears cuya peculiaridad es la multifloralidad que le da un sabor más aromático.

El jurado estuvo compuesto por 10 miembros, entre los que había representantes de asociaciones de apicultores de todas las islas, además del director insular de agricultura del Consell Insular, Vicent Tur y el presidente de Pimeef restauración, Joan Riera.