Imagen de las dependencias de la UFAM-Protección en la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en Ibiza. | Marcelo Sastre

Localización y disponibilidad permanente a través de un teléfono que está abierto las 24 horas del día. Dos teléfonos con una agenda de 130 nombres, dos teléfonos que dan cobertura policial a 130 mujeres víctimas de maltrato en la ciudad de Ibiza. Es la realidad diaria que afrontan los dos agentes especializados en protección de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) del Cuerpo Nacional de Policía de la comisaría de Ibiza. Dos agentes que cuentan con el apoyo de tres policías auxiliares. Son los miembros de la UFAM-Protección de la comisaría de Ibiza.

Cada agente especializado se encarga de estar al corriente de unas 65 mujeres. El agente especializado es una de las premisas recogidas en el Convenio de Estambul sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica. Aquí, el sistema encuentra una primera grieta por la falta de especialistas. A día de hoy, el Cuerpo Nacional de Policía cuenta con unos 1.600 agentes especializados en UFAM-Protección. Las estimaciones apuntan a que la cifra óptima sería el doble.

En el caso de la comisaría de Ibiza la unidad estaba pensada originariamente para ocho agentes. En tiempos de bonanza llegaron a ser seis. En 2014 llegaron los recortes, la unidad fue perdiendo efectivos hasta llegar a dos agentes. «Los recortes venían de arriba, de Madrid», advierten desde los sindicatos policiales. Desde hace unos meses los dos agentes especializados cuentan con el apoyo de tres auxiliares, agentes que están pendientes del curso de especialización.

Carlos Muñoz, agente especializado y responsable de Igualdad de Alternativa Sindical de Policía (ASP) en Ibiza, advierte que 65 mujeres por agente es una cifra elevada, pero hay plazas peor dotadas. Sin ir más lejos, en Palma, cuatro agentes de la Policía Nacional son los encargados de dar protección a unas 750 mujeres, el ratio de mujeres por cada agente se dispara hasta las 150, once más que la media nacional.
Muñoz explica que las cifras varian en función de la entrada de órdenes judiciales. La protección tiene una serie de características propias en función del nivel de riesgo (extremo, alto, medio, bajo o no apreciado).

Especialización policial

Para ser agente especializado hay que pasar un curso específico. «No todo el mundo está preparado para desarrollar este trabajo. Se requiere una formación específica y unas condiciones», subraya un funcionario experto en la materia. Hay que superar un curso muy exigente que empieza con una criba tras una entrevista psicológica.

El objetivo de la comisaría de Ibiza es que los auxiliares se conviertan en agentes especializados y también es muy importante que las plazas sean catalogadas. Los funcionarios están pendientes de unas convocatorias que se programan cada tres meses para 45 aspirantes.

Raúl Cuesta, agente especializado que hasta hace un año prestó servicio en Ibiza, indica que el marco ideal sería que UFAM-Protección y UFAM-Investigación contasen con diez funcionarios en cada unidad.

La experiencia de Muñoz y Cuesta en la comisaría de Ibiza y las reuniones mantenidas con numerosas asociaciones y colectivos de la isla como jueces, letrados o fiscales se ha plasmado en un programa elaborado junto a Mercedes de Osma, responsable del Área de Igualdad de ASP, que plantea una reforma del actual modelo de protección policial de mujeres maltratadas.

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Poner el foco en el agresor

El documento, que ya ha sido presentado a Interior y en el Congreso, pone el acento en la falta de efectivos y de medios pero también hace hincapié en la necesidad de cambiar la filosofía y poner el foco en el control del agresor porque con el modelo actual la víctima se siente «doblemente victimizada, por un lado por su agresor, pero en el tiempo también puede sufrir una violencia institucional».

La propuesta que se ha elevado al Gobierno incide en la necesidad de dotar a la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de más medios humanos y materiales, exclusividad de funciones y protección jurídica para los policías, entre otras medidas.

«Los recortes y carencias de efectivos se suplen con la profesionalidad de los agentes», remarca Muñoz, quien añade un factor más y especialmente clave para combatir la lacra que ya se ha cobrado la vida de 44 mujeres este año: la educación desde la escuela en valores de igualdad y respeto.

Los problemas de protección y seguimiento de las víctimas también son extensibles a la Guardia Civil. La circunstancias son similares: la falta de efectivos son un obstáculo para la cobertura.

Balance de denuncias en Ibiza

El juzgado de Ibiza contabilizó un total de 197 denuncias por violencia de género durante el segundo trimestre del año, una cifra que suponía un repunte respecto al trimestre anterior y también si se compara con el mismo periodo del año pasado, según los datos del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial.

El balance provisional en los seis primeros meses del año elevaba hasta 228 el número de mujeres que han sido víctimas de violencia. En el primer trimestre del año se formularon un total de 115 denuncias, mientras que en el segundo trimestre de 2017 fueron 193 las denuncias registradas.

Según las estadísticas, 124 víctimas eran de nacionalidad española y 104 extrajeras. Más de la mitad de las denuncias, 114, respondieron a un atestado policial con denuncia, 64 por intervención de la Policía y cuatro fueron presentadas directamente en sede judicial.
En cuanto a los hombres denunciados, 19 eran españoles y 22 extranjeros. Durante el segundo trimestre se contabilizaron 27 quebrantamientos de condena.

El juzgado especializado de Violencia Sobre la Mujer dictó durante el segundo trimestre un total de 41 órdenes de protección, dos de ellas a jóvenes menores de edad.