Los participantes se reunieron en el Portal de ses Taules para después ir subiendo poco a poco por Dalt Vila. | MARCELO SASTRE

Las habitualmente silenciosas calles y callejuelas de Dalt Vila despertaron ayer de su letargo invernal al paso de la setentena de personas que participaron en la excursión por el recinto amurallado organizada por la asociación Amics d’Eivissa.

La guía de la visita, Silvia Lovazzano, explicó antes de empezar el recorrido que Ibiza «entró en la historia hace 2.700 años» con la llegada de los fenicios en el siglo VII antes de Cristo, «pero la arqueología ha descubierto gracias al hallazgo de cerámica que ya había restos anteriores al año 654 de nuestra era». Un pueblo procedente de la ciudad de Tiro, en el actual Líbano, que previamente había fundado lo que hoy es Cádiz.

La excursión por uno de los cuatro bienes Patrimonio de la Humanidad declarados en 1999 por la Unesco se inició en el Portal de ses Taules, «la entrada principal de las murallas renacentistas del siglo XVI».

Origen del nombre de Ibiza

En su introducción, Lovazzano señaló que la isla ha conservado su nombre desde que los fenicios la nombraran Iboshim, «la isla del dios Bes o de los hombres de Bes, un dios que protege la vida. Les llamó la atención que aquí no hubiera animales ni plantas dañinos para la vida».

Amics d’Eivissa ya ha organizado excursiones a Dalt Vila a lo largo del año así como a la necrópolis de Puig des Molins, los yacimientos de sa Caleta y ses Païsses de Cala d’Hort y el Cap des Llibrell, entre otras.