Imagen del traslado de uno de los cinco detenidos al juzgado de Ibiza para prestar declaración ante la juez de guardia. | MARCELO SASTRE

Un homicidio doloso. Es la acusación que la Guardia Civil formuló sobre los cinco hombres detenidos y encarcelados por su implicación en la desaparición de Nuria Ester Escalante, la mujer de 52 años que se encuentra en paradero desconocido desde el pasado 31 de octubre.

El paradero de Nuria Ester sigue siendo una incógnita por despejar pero la investigación de la policía judicial apunta a que la mujer fue víctima de un episodio violento. Los restos de sangre hallados en uno de los puntos por donde pasó Nuria Ester y otra serie de pruebas fueron indicios de peso para que la juez del juzgado de Instrucción número 4 de Ibiza, Carmen Robles, firmase un auto de prisión provisional comunicada y sin fianza para los detenidos: dos hombres de nacionalidad argentina, un uruguayo, otro individuo nacido en Italia y un polaco.

Con los sospechosos en prisión, el trabajo de los investigadores encargados del caso se centra en analizar, hasta el último detalle, las testificales de los cinco hombres arrestados entre el lunes y el martes por su presunta implicación en la desaparición «no voluntaria» de Nuria Ester Escalante.

El rastro de la mujer que aterrizó a mediados de octubre en la isla para buscar trabajo se perdió el 31 de octubre. Según las informaciones recabadas, días antes la mujer había abandonado la habitación habilatada en el antiguo taller Can March, ocupado desde hace años por una decena de personas que se distribuyen entre las diferentes estancias del inmueble.

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«La mujer vino aquí con ‘Charli’ -el detenido de nacionalidad uruguaya y de nombre José Luis- y estuvo unos días viviendo con Cristian -el italiano- hasta que se marchó dejando sus pertenencias», relató a este medio Yasmín, el hombre que ocupa la estancia contigua al habitáculo donde presuntamente Nuria Ester dejó abandonadas sus pertenencias.
En la puerta de la habitación donde vivía Cristian hay una leyenda con rotulador en la que se puede leer «peligro de muerte».

El lunes, un operativo que movilizó a decenas de agentes de varias unidades especializadas de la Guardia Civil revisó el inmueble e inspeccionó, entre otros puntos, el pozo ubicado a escasos dos metros de la entrada del desvencijado taller reconvertido en una infravivienda por la que los detenidos pasaron en diferentes etapas.

El operativo de la Guardia Civil también se tradujo con registros e inspecciones en puntos como el Torrent de Buscastell y el Camping Sant Antoni, situados a unos 300 metros del antiguo taller reconvertido en ‘multivivienda’, y en una vivienda localizada en la calle Pablo Picasso, una propiedad en la que trabajaba el detenido de nacionalidad uruguaya.
La reconstrucción de los últimos movimientos de los cinco detenidos puede ser clave para localizar el rastro de Nuria Ester Escalante.