Una veintena de personas piden en Ibiza que no sacrifiquen las cabras de es Vedrà. | Isaac Vaquer Ferrer

Una veintena de personas se concentró ayer frente al Consell d’Eivissa para reclamar que el Govern balear busque una solución para la retirada de las cabras del islote de es Vedrá que no implique la muerte de los animales.

Una hora más tarde de lo previsto en la convocatoria, hecha por la Asociación Basta Ya de Maltrato Animal, los participantes desplegaron dos pancartas que rezaban: «no más animales sacrificados por la ineptitud de los políticos» y «no más sangre derramada en es Vedrá». La Asociación reclama que las cabras sean trasladadas a un lugar en el que puedan vivir. «No podemos permitir masacres con la de hace tres años, que fue una barbaridad», comentó una de las portavoces del grupo.

Se ofrecen a buscar ellos mismo a un equipo de profesionales que puedan atrapar a las cabras para trasladarlas, y a hacerse cargo de ellas cuando las trasladen. Algo que indican que ya se propuso en 2016, pero no se atendió su ofrecimiento.

El conseller de Medi Ambient, Gonzalo Juan, bajó a hablar con las personas concentradas para explicarles como se encuentra la situación y lo que se está haciendo al respecto. Explicó que desde el Consell están en contacto con el Govern balear para estudiar qué medidas se van a tomar. «Lo que sí tienen claro en el Govern, y nosotros apoyamos esta decisión, es que en es Vedrá no tienen que haber cabras», detalló el conseller.

En cuanto al ofrecimiento de la asociación para encargarse de su retirada y cuidado, les indicó su dificultad, dado que las cabras tienen que estar cuarentena durante un año en una explotación ganadera con personal adecuado, porque son animales a los que no se ha hecho ningún seguimiento veterinario.

Para liberar el islote de la presencia de cabras, el conseller explicó que se están valorando distintas posibilidades técnicas, pero que en cualquier caso desde el Consell se está «batallando» por evitar que se haga del mismo modo que en 2016. En cualquier caso puntualizó que el Govern es la institución competente en este aspecto y el Consell «un mero asesor».

Entre las fórmulas que se valoran, siempre teniendo en cuenta la dificultad de aplicarlas por lo escarpado del terreno, el conseller mencionó la posibilidad de poner trampas, cazarlas con perros y lazos, o tirarles dardos tranquilizantes. En cualquier caso la decisión «la tomará el Govern» una vez que el Juzgado número 1 de Ibiza autorice poder actuar en el islote.