Representantes del Consell, Vila, Cáritas, Cruz Roja, Guardia Civil y Policía Nacional en la reunión de ayer. | MARCELO SASTRE

Los servicios sociales de Ibiza no tienen los recursos suficientes para poder acoger a los 18 inmigrantes que quedaron en libertad el sábado tras conocer que los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la península no tenían espacio. Esa es la principal conclusión que se dedujo de la Mesa de Inclusión Social convocada de urgencia ayer, a la que acudieron representantes del Consell d’Eivissa, Ayuntamiento de Vila, Cruz Roja, Cáritas, Guardia Civil y Policía Nacional.

«El problema fue que 18 no tenían plaza dentro de los CIE y se tuvieron que poner en libertad», justificó Ramón Roca, director insular de la Administración General del Estado en las Pitiusas; una situación que ha llevado a estos inmigrantes argelinos -que llegaron en patera la semana pasada- a dormir en la calle.

Por ello, en la reunión se puso sobre la mesa la necesidad de centrar las actuaciones en una sola Administración. En este sentido, Roca explicó que, en próximas ocasiones, la idea es poner en contacto a las personas que lleguen no solo con Cruz Roja o Cáritas, sino también con el departamento de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Vila. «En esta ocasión estaban todos bien de salud, pero podría haber sido diferente. Entonces los servicios sociales podrían evaluar, por ejemplo, que estuvieran en un centro de acogida. También se ha dicho que en cuanto se tuviera sospecha de que pudiera pasar un caso como este, que es excepcional porque no se había dado nunca, mejor ponerse en contacto con el Ayuntamiento», matizó el director insular.

En esta línea, lo que quedó claro es que no va a haber diferencia entre los inmigrantes que ahora duermen en la calle y las personas que ya lo hacían previamente en Ibiza. «No hay diferencia entre ellos por el hecho de venir en patera, por lo que habría que valorar la situación personal de cada persona», subrayó Roca refiriéndose a la hora de darles cobijo.
Asimismo, las personas presentes en la reunión reivindicaron la necesidad de agilizar los trámites para construir, «lo antes posible», el centro de baja exigencia de es Gorg. «El segundo convenio está a las puertas, lo que facilitaría a Vila poder comenzar las obras. Eso es lo que estamos intentando acabar y esperamos que se firme antes de que se acabe la legislatura», reiteró Lydia Jurado, consellera insular de Benestar Social.

Entre las propuestas, también se habló de instalaciones como el complejo deportivo de es Raspallar o el pabellón del Recinto Ferial en caso de que haya algún tipo de emergencia como la llegada de nuevos inmigrantes o un escape de gas, por ejemplo. «La cuestión es tener una red coordinada de atención cuando llegan casos de emergencia para saber lo que tiene que hacer cada uno», explicó Jurado.

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Salida de la isla
Por otra parte, tanto Cáritas como Cruz Roja creen posible que alguno de estos 18 inmigrantes que quedaron en libertad hayan podido salir de la isla. «Alguno se ha podido ir porque el sábado, cuando estuvimos con ellos para explicarles la ayuda que les podemos dar y para darles información de los recursos de los que dispone la isla, hablaron de irse a Valencia», señalaron desde Cruz Roja.

Aún así, siete de ellos se acercaron ayer por la tarde a las instalaciones de la ONG para poder hacer uso de los recursos de comida, higiene y mantas que les ofrecen. «Eran ellos porque llevaban el documento que les entregamos con la información de los recursos», puntualizaron.

Menores

De los 51 inmigrantes que llegaron a Ibiza en cinco pateras, nueve son menores que permanecen en el Centro Padre Morey. «En el momento en el que han llegado teníamos el centro de menores con un pico alto», recordó Jurado. Por ello, «cinco de ellos serán trasladados a Palma y estamos con los trámites, pero todavía no hay fecha», matizó la consellera.

Sin embargo, dijo que era inviable que los otros cuatro también se desplazasen a la capital balear, por lo que desde el Consell se están buscando alternativas. «Ahora son tutelados por nosotros, igual que los ingresos que hubo el año pasado; lo que pasa es que hasta ahora se habían dado casos escalonados, pero esto ha sido diferente», argumentó Jurado.
Además, la consellera explicó que «aunque estos menores están en el mismo recinto que los que llegaron el año pasado, están separados». Según explicó, el objetivo es no romper con el día a día del resto de menores.

Ante la situación actual y la falta de recursos que hay en la isla, la consellera de Benestar Social quiso ser cauta ya que «hay que tener cuidado a la hora de dar información porque es un tema complicado; lo que queremos es normalizar lo máximo posible su vida en el centro».