La mayoría de trabajadores de otras comunidades que se desplazan a las Islas por motivos laborales trabajan en sectores vinculados al turismo, un fenómeno que se remonta a la década de los años sesenta cuando estalló el ‘boom’ turístico en Baleares. | Josep Bagur Gomila

Baleares es una comunidad atractiva para los trabajadores del resto de España pese al aumento del precio de la vivienda y así lo refleja la estadística de movilidad laboral publicada recientemente por la Agencia Tributaria (AEAT). En los últimos seis años se ha duplicado el número de peninsulares que se ha desplazado a las Islas por trabajo. En 2017 llegaron a Baleares 7.972 trabajadores de otras comunidades, prácticamente el doble que en 2011, uno de los años más duros de la crisis que comenzó en 2008 y que supuso un punto de inflexión en la movilidad laboral de los españoles, como se aprecia en el gráfico adjunto.

El número de trabajadores que llegaron a Baleares en 2017 se incrementó un 17,5 % en relación al año anterior, un aumento muy superior a la media española, del 11 %, lo que denota el dinamismo laboral de las Islas. Además, el hecho de que Baleares sea una de las comunidades líderes en la recuperación económica y laboral ha provocado, de nuevo, un efecto llamada de trabajadores de otras regiones del Estado.

En cualquier caso, no se trata de una tendencia nueva. Antes de que comenzara la crisis, en 2007, la llegada de trabajadores peninsulares era aún superior a la del último año. Esta dinámica se remonta a la década de los años sesenta, cuando estalló el ‘boom’ turístico en Baleares. Entonces, el grueso de empleados de otras comunidades que se desplazaba a Baleares en busca de empleo procedía de Andalucía, algo que se mantiene. Junto con Cataluña, son las comunidades que más trabajadores aportan a las Islas.

Oportunidades

En paralelo al incremento de empleados de otros puntos de España, también crece el número de residentes Baleares que se desplazan dentro del Estado por motivos laborales. Sin embargo, el ritmo es diferente. Es decir, las salidas aumentan a un ritmo menor que las llegadas.

La estadística de movilidad laboral, junto al hecho de que las Islas son la única comunidad en que en los últimos años siempre ha crecido la población activa, en contraste con el descenso registrado a nivel estatal, constatan el dinamismo laboral de Baleares. Esto significa que se incrementa el número de personas que se incorpora al mercado laboral, bien porque tienen empleo, bien porque lo buscan. Y es que pese a que Baleares llegó a rozar los 100.000 parados, las posibilidades de encontrar trabajo son superiores que en otras comunidades.

En contrapunto, cabe señalar que este dinamismo laboral está basado, en gran parte, en puestos de trabajo que requieren baja cualificación profesional por la gran vinculación de la economía balear al sector servicios. Esta situación facilita la llegada de personas con difícil ocupabilidad en otros ámbitos y otras autonomías.

De todos modos, la mayoría de sectores de actividad apuestan cada vez más por contratar a trabajadores formados y una de sus quejas recientes es la dificultad de encontrar mano de obra cualificada.