Vicenç Vidal presentó este verano las obras de ampliación del depósito de la desaladora de Santa Eulària. | MARCELO SASTRE

La Comisión de Impulso de Turismo Sostenible (CITS) ha aprobado en los últimos tres años 17 proyectos para las Pitiusas para que sean financiados con fondos del impuesto.

Unos proyectos que suman una inversión total de 17,9 millones de euros. Sin embargo, después de dos años y medio desde que se empezara a cobrar el impuesto turístico, el Govern tan solo ha sido capaz de acabar tres de estos proyectos.

En la primera convocatoria, en 2016, el CITS aprobó cuatro proyectos para la isla de Ibiza de los que tan solo se ha llevado a cabo uno de ellos: la conexión de la planta desaladora de Santa Eulària con el anillo hidráulico y presupuestado en 2,6 millones de euros.

Otros dos proyectos ya están en marcha: la ampliación del depósito de la desaladora de Santa Eulària (1,9 millones) y el Plan Pius Font i Quer para proteger 19 plantas endémicas amenazadas de las Pitiusas (268.000 euros).

De los 700.000 euros dedicados para habilitar un vial para acceder a pie a la playa de ses Salines, el soterramiento de los tendidos aéreos y el sistema de conteo de personas y vehículos para controlar el tráfico en el Parque Natural nada se sabe todavía.

En cambio, a Formentera sí que han llegado los 500.000 euros para la renovación del pavimento en es Pujols, un proyecto que se aprobó, no obstante, cuando las obras ya estaban comenzadas. Por otra parte, se desconoce si se ha llevado a cabo el proyecto para un nuevo depósito de agua osmotizada y de CO2 así como instalaciones auxiliares en la desaladora de Formentera por valor de 119.790 euros.

Proyectos 2017

Para la convocatoria del impuesto turístico recaudado en 2017, el Govern aprobó proyectos para las Pitiusas presupuestados en poco más de 5,5 millones de euros, de los cuales sólo se ha ejecutado la compra de la finca de sa Senieta, que será la sede del futuro Museo de Formentera, por valor de un millón de euros.

También se aprobó que el Govern destinaría 1,8 millones para la renovación del paseo marítimo de ses Figueretes, una obra que ha empezado este otoño, y casi medio millón de euros en subvenciones para el mantenimiento del paisaje rural del que sólo se han invertido 51.404 euros para un total de 27 explotaciones agrarias ibicencas.

El proyecto de la Escola d’Hosteleria en sa Coma (un millón) se presentó en Fitur el pasado mes de enero y se anunció su apertura para 2020, pero aún no se han iniciado las obras. En cuanto al depósito de agua de Can Fornet (400.000 euros), su licitación quedó desierta y Santa Eulària espera volver a sacarla a concurso después de fiestas, mientras que el proyecto de reforma de la bahía de Portmany (831.000) aún está muy verde.

Y si estos proyectos aprobados hace uno y dos años todavía no se han puesto en marcha, menos aún los previstos para financiar con la ecotasa de 2018, como la nueva depuradora de Portinatx (2,1 millones), las mejoras en la Catedral (500.000 euros), la compra de la Torre des Verger (250.000 euros), la construcción de 19 VPO en Vila (2,8 millones) o la regulación de los fondeos en s’Estany des Peix (625.000 euros).