La cabalgata de Sant Joan se caracteriza por su carácter rural, ya que se emplean tractores y hojas de palma para decorarlos. | Irene Arango

Una vez más, Sant Joan destacó ayer por su autenticidad en la última cabalgata celebrada en las Pitiusas y sacó sus mejores tractores para trasladar a sus majestades los Reyes Magos a lo largo del pueblo.

Un recorrido de ida y vuelta por la calle principal de Sant Joan de Labritja, el Carrer d’Eivissa y el Carrer de Sa Cala, y que finalizó en el pequeño escenario ubicado en plaza España, frente a la Iglesia.

El comienzo de la cabalgata coincidió, además, al término del tradicional mercadillo que se realiza cada domingo en la población y el mismo escenario se aprovechó para acomodar a sus majestades. Después de repartir caramelos y Sugus de diversos sabores, los Reyes Magos entregaron medio centenar de regalos a los niños y niñas 'joaners'.

Pero el verdadero ambiente festivo y de verbena lo protagonizaron sin duda todas las familias, jóvenes y veteranas, reunidas en el bar del centro. Unos vecinos que no necesitan de más 'atrezzo' para disfrutar de su compañía y de una tarde lúdica.

Y es que en Sant Joan todo queda en familia. Tal es el punto que una de las habitantes de Sant Joan desveló un secreto a la pregunta de su rey preferido: «Pues es Baltasar, pero porque lo conozco, es amigo de mi primo», aseguró Aitana. A ella le han regalado un teléfono, que dice estar estropeado, pero ayer también recibió otro regalo así que no se queja.

Como muchos niños y niñas, ayer tocó madrugar, y no por obligación como cuando tienen que ir al cole, aunque no fue el caso de Aitana y su primo Kieran, que se despertaron a las 09.00 horas de la mañana.