Varios negocios abiertos en la calle Sant Jaume de Santa Eulària a principios de enero. | DANIEL ESPINOSA

En la tienda de ropa, complementos y decoración ‘Spirit of Ibiza’ valoran la misma hipótesis: más gente se ha ido de vacaciones y menos ha venido en estas fechas. «La campaña de Navidad ha ido fatal. Incluso el año pasado que estaba toda la calle en obras, fue mejor que este año», comenta Sara Ponchielli. Su negocio lleva abierto desde 2007 y dice que su impresión es que cada año va un poco peor.

Las compras por internet y la competencia de las grandes cadenas ha vaciado mucho el comercio del pueblo. «Está claro que el invierno siempre es malo, pero este invierno está siendo malísimo. Vamos, que el año que viene no abro», afirma. Dice que es en torno a marzo cuando merece la pena abrir. Para la llegada de la Semana Santa. Comenta que la apertura de rutas directas de compañía de vuelos low cost desde Inglaterra ha favorecido que se vea ya bastante movimiento al inicio de la primavera.

Poca gente y poca venta en Santa Eulària

Foto: Daniel Espinosa

También en marzo es cuando reabrirá su negocio Jon Guasch, después de cerrar en febrero. Ahora están abiertos hasta finales de enero para liquidar stock, pero ya cerraron en Navidad. Dice que en estas fechas siempre ven una caída, y no les merece la pena abrir. «En el pueblo hay mucha gente que se va en diciembre, hay muchos que son de fuera y no vuelven hasta que empieza de nuevo la temporada, en marzo o abril».

La clientela fija de todo el año, que confía en el pequeño comercio, es la que está impulsando el inicio de las rebajas en Boutique Virginia. Una campaña que será breve, estaban barajando entre cerrar esta semana o la semana que viene. Tendrán vacaciones hasta primeros de marzo. Abrieron para la campaña de Navidad, que dicen que fue «flojísima». «Yo no sé si este año se ha ido más gente, o que la que hay no ha salido, que también podría ser».

Sorprende ver en la calle Sant Jaume una tienda de souvenirs abierta. En el negocio explican que tienen varias tiendas, pero que esta es la única que se queda abierta todo el año. ¿Qué venden? «Maletas, mochilas, bolsas de viaje...se venden mucho. En diciembre se va mucha gente y es lo que más vendemos. Y la gente que se va también se lleva algún detalle: camisetas, paños de cocina...».

La competencia de los grandes

A la falta de clientela se añade la competencia de las grandes cadenas, que lleva a mucha gente a desplazarse a Vila a comprar. También a Mallorca, señalan en la tienda de ropa infantil Kekukos. Su propietaria, Sandra Zurdo, dice «se ha notado mucho la apertura del Primark de Palma, mucha gente aprovecha fines de semana, se va, carga y vuelve». Su negocio depende mucho de la clientela local, que estima que es en torno al 80%.

Para Gregoria Delgado, Goyi, presidenta de la Asociación de Comerciantes ya al final de su mandato (dice que ya ha bregado bastante con esta responsabilidad), las grandes cadenas se imponen por la cantidad de campañas que hacen. «Entre el Black Friday, y que sacan que si el día de esto, que si la semana de la semana de aquello... las rebajas ya ni se notan». Indica que no existe una receta para cambiar esta situación, que si se conoce que se la digan, pero que lo que se intenta es personalizar más el trato al cliente y tener productos distintos a los que se pueden encontrar en las grandes cadenas a precios competitivos. «Tengo vestidos de 12 euros como los que se pueden encontrar en una gran superficie, pero mira, el cliente se va allí».

Dice que al final la diferencia de precios entre el pequeño comercio y una gran empresa no es tan grande, sin embargo sí lo es el beneficio. «El otro día salía un reportaje por televisión en el que explicaban como ellos fabrican, por ejemplo, en Marruecos, y venden una camiseta a 10 euros, pero es que a ellos les ha costado 1,50 euros. Nosotros ese margen no lo tenemos».

Considera que si quedan negocios abiertos en el pueblo en invierno es para «hacer pueblo», pero que ganarían más dinero si cerraran. «Al final lo que ganamos en verano lo acabamos invirtiendo en invierno y se queda aquí muerto de risa. Y eso sin contar las horas que hechas y todo lo demás» se lamenta riendo.

Dependencia del turismo

Los comercios coinciden en que el negocio retoma el buen ritmo para Semana Santa. Este año cae a mediados de abril, por lo que esperan que la apertura de las rutas aéreas regulares con Reino Unido y otros lugares de Europa en marzo traiga algo de movimiento de turistas en esa época.

«A partir de marzo hay más vuelos y vienen ya los extranjeros que tienen casa aquí», comentan en ‘Spirit of Ibiza’. Dice que desde ese mes empiezan a trabajar bien hasta que llega el verano, cuando «toda la clientela son turistas».

«En febrero ya llega el Imserso y se vende más», comentan en la tienda de souvenirs de la calle Sant Jaume.

Sin embargo este turismo no se nota en todas partes. En la tienda ‘Different’ han notado un descenso de los clientes del Imserso en los últimos tres años. «Se toman algún café, y la hostelería sí lo nota, pero a nosotros nos repercute poco». Cuando mejor funciona el negocio es en verano.

Con la llegada del buen tiempo volverá a crecer el número de visitantes y el trabajo para todos. La presidenta de los comerciantes tiene claro que, al final, es así como funciona el comercio en la isla. «Después de Semana Santa ya llegan las comuniones y vamos enlazando con el turismo y ese es el ritmo de la campaña».