Aída Alcaraz durante un pleno en Sant Antoni. | ARGUIÑE ESCANDÓN - Archivo

La concejala de Governació de Sant Antoni, Aída Alcaraz, ha rechazado figurar en la lista electoral del PSOE de Sant Antoni que liderará Simón Planells en las próximas elecciones. Según ha podido saber este periódico, Alcaraz no quiere comprometer las aspiraciones de Planells a la alcaldía portmanyina por su situación judicial.

Cabe recordar que los juzgados investigan a Alcaraz por un presunto delito de acoso profesional denunciado por el jefe de la Policía Local de Sant Antoni, Javier Verdugo. En mayo de 2017, Alcaraz tuvo que declarar ante el juez por este motivo.

La gestión de Alcaraz al frente de la concejalía de la Policía Local esta legislatura ha estado marcada por la polémica. La primera decisión fue la contratación de Ángeles Gallardo como jefa de Seguridad, un cargo de confianza al que se opuso el propio Javier Verdugo en los juzgados pero que el Tribunal Supremo acabó avalando.

También han sido recurrentes esta legislatura las denuncias por parte de los policías locales de la falta de uniformes de invierno, la última tan solo hace un par de semanas. Unas quejas que, en su día, motivaron las burlas en 2016 del teniente de alcalde de Reinicia, Pablo Valdés, y de la propia Alcaraz en las redes sociales. «Sí, amigos, nos hemos vuelto locos del todo y hemos hecho realidad el sueño de cualquier mariquita: este invierno la policía patrullará en pelota picada», fue uno de los comentarios que el líder de Reinicia escribió en su muro de Facebook tras conocerse que los agentes no disponían de nuevos uniformes de invierno, como estipula el convenio. «Me has descubierto, no sabía cómo hacerlo, meterme en el vestuario me parecía muy agresivo», añadió Alcaraz, mientras que Valdés ponía la guinda al pastel: «Descubrí que algunos tienen la pichilla más grande que la mía. (...) a ver si el frío nos devuelve a las proporciones adecuadas».

Unos comentarios que provocaron el enfado de los policías y que Valdés y Alcaraz intentaron apaciguar acudiendo al retén de la Policía Local para disculparse ante los agentes.

Multas de Valdés

En marzo de 2017, Pablo Valdés fue parado por un agente de la Guardia Civil en el núcleo urbano de Sant Antoni conduciendo sin el cinturón de seguridad puesto y manipulando su teléfono móvil, por lo que los agentes le impusieron 400 euros de multa y la retirada de seis puntos del carné de conducir. Sin embargo, cinco meses después de los hechos, las dos multas aún no se habían introducido en la base de datos de la Policía Local de Sant Antoni, cuando lo habitual es que no se tarde más de una semana en hacerlo. Tampoco Valdés las había pagado.

El Ayuntamiento señaló entonces que abriría una investigación interna para intentar descubrir por qué dichas multas no se introdujeron en la base de datos municipal. Hasta el momento, el Consistorio no ha informado sobre las conclusiones de esta investigación interna aunque en su día el alcalde, Pep Tur, afirmó que nadie del equipo de gobierno había dado instrucciones para que estas sanciones no se tramitaran.